CLAUDIA HERNÁNDEZ  DE ALBA
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1 Crónicas 29: 1 al 13 Hay dos cosas importantes que el Rey David declara en este pasaje, y creo que es muy importante recibirlo para este tiempo que recién comienza.  Debemos entenderla y guardarla en nuestro corazón.

Primeramente dice algo que no podemos olvidar: Dios es el dueño y Señor de todas las cosas.

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo, habla de la actitud de Jesús. Él dejó su trono de gloria, se vistió de hombre, fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

La Escritura dice de esto: “Por lo cual Dios lo exaltó con un nombre que es sobre todo nombre”. Nos habla del nombre de Jesús, encima de todos los nombres. Dios lo ha encumbrado. Él es el Señor de Señores y el Rey de Reyes. El rey David, ya anciano, cansado de conquistar, había librado un montón de batallas, había entendido el Poder de Dios en las luchas, porque el Señor peleaba a su favor. Él conoció su poder durante todo su reinado. Dice la Biblia que David se extendió y logró conquistar todo lo que se propuso, e hizo de Israel un gran reino, y el mismo fue un gran rey. Pero dice la Escritura que él, ya siendo un hombre que estaba esperando ir a la Presencia de Dios, dijo: “Tuya es, Oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, Oh Jehová, es el reino, y tu eres excelso sobre todos”. 1 Crónicas 29:11

Lo primero que usted tiene que tener en cuenta, es que todo lo que le pertenece a usted, en realidad no es suyo; es de Él, y Él es el Señor de todo. De tus planes, de tus talentos, de tus proyectos. Es el Señor de su familia. Él es Señor al levantarte y al acostarte. Él está por encima de todas las circunstancias. Que importante es lanzarnos a caminar un año lleno de desafíos, sin temor (por que el miedo no es de Dios), pero reconociendo en primer lugar: “Dios tu eres el Dueño de todas las cosas y tu estas por encima de todas las cosas”-.¿Por qué el ser humano trata de humanizar la naturaleza, hacer que el hombre sea el centro de todo y darse un papel por delante del destino del mundo; cuando en realidad todo lo que pasa y todo lo que tiene que ver con el destino está en las manos de Dios. Usted está en la mano de Dios en este año, en cada momento.