CLAUDIA HERNÁNDEZ DE ALBA
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El origen y la titularidad de las emisoras cristianas, principalmente en República Dominicana marcan su identidad y propósito. El surgimiento de estas emisoras salidas de la iglesia de diferentes denominaciones eclesiásticas son un órgano de información y opinión con su propia naturaleza, un ideario inspirado, con su normativa cristiana.
Con su presencia misionera, éstas tienen como objetivos principales difundir la doctrina y actividades de la iglesia, orientar a la opinión pública con criterio cristiano, colaborar en la promoción humana, social, y cultural de la sociedad en general y ofrecer programas informativos que puedan enmarcarse dentro de esta temática.
Con un compromiso cristiano, profesional y ético, la identidad cristiana y eclesial de las emisoras y sus fidelidades esenciales están llamadas a concretarse en unos rasgos definitorios de los mismos, en unos compromisos morales que configuren con su fisonomía, hacia adentro y hacia fuera.
Y es de mucha valía saber que líderes cristianos, conjuntamente con sus familias y el buen testimonio, están dirigiendo hoy en día emisoras como Radio Ven (Voz Evangélica Nacional) y el ministro Ezequiel Molina Rosario en 1200 AM (por 40 años) y Julio Soto Medina, Radio Revelación en América, en los 1600 AM, transmitiendo día a día el fundamento espiritual, moral y ético de la palabra de Dios.
En ellas laboran locutores que van captando y aprendiendo de estos grandes líderes cristianos que llevan una vida de años en el servicio de la predicación a miles de la palabra de Dios a través de las radiodifusoras que presiden.
Ellos cuidan esmeradamente la formación inicial y permanente de sus responsabilidades en todas las ramas y niveles y con especial énfasis la de la información, opinión y programación musical. Este cuidado ha de cubrir los aspectos técnicos, culturales y humanistas que definen las emisoras, sirviendo a la verdad, con espíritu de convivencia.
Tanto en sus servicios informáticos como en programas de opinión, se ocupan de comprobar con rigor la verdad de los hechos y la fiabilidad de sus fuentes noticiosas aun dentro del apresuramiento que impone la celeridad de la radio.
Las emisoras cristianas entienden que su presencia en la vida de la Iglesia y en la sociedad humana, dentro y fuera de nuestras fronteras, constituye un sector importante de la actualidad como tal, ocupando su puesto con programas explícitamente cristianos que reflejan e interpretan la actualidad de la iglesia y difunden abiertamente su mensaje evangelizador. El acento cristiano y religioso no debe abrumar, ni atosigar, pero sí impregnar con delicadeza, autoridad y acierto.
Es de suma importancia que la programación cristiana vaya en sintonía con los proyectos pastorales de la iglesia, que registre fielmente la vida eclesiástica y abran sus micrófonos a voces diferentes, pero sin ser tribuna de división, manteniendo un espíritu de colaboración.