Oyendo radio

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MAS SOBRE EL MERENGUE

Quienes producen y difunden el merengue insustancial, pobre o decididamente obsceno, justifican su deplorable producto musical, alegando que Aeso es lo que le gusta a la gente@.[tend]

Creo que este argumento, que de por sí resulta insultante a la inteligencia y el buen gusto de las mayorías populares, no es otra cosa que una cortina de humo conque se intenta encubrir la realidad de que los artistas que así actúan, carecen del talento suficiente para generar creaciones de calidad y aliento perdurable.

En tanto que los locutores y programadores de música que secundan a estas personas en la promoción de sus adefesios, no comprenden la función y responsabilidad cultural de su trabajo, sino que lo asumen como un frío comercio, despojado de cualquier compromiso ético y estético.

Es quizás por esto que unos y otros reaccionan a menudo con ira, cinismo o desprecio a los críticos de sus raquíticas obras. Y es que ellos sólo pueden hacer las destempladas cosas que sus desnutridos talentos les permiten, y que luego imponen a la preferencia colectiva a fuerza de plata, y la plata, ya se sabe, hace que hasta el mono baile.

ENGAÑOSA

Nuria Piera presentó semanas atrás un reportaje en que se evidenciaba la falsedad en que incurrían los promotores de un producto cosmético extranjero, cuya publicidad prometía cambios estéticos casi milagrosos y en breve plazo a quienes lo consumieran.

Me gustaría que una investigación similar mostrara la eficacia o no de varios productos pretendidamente afrodisíacos cuyos anuncios radiales, frecuentes y numerosos, garantizan efectos virtualmente mágicos sobre la virilidad masculina.

Aunque no conozco con precisión los detalles de la misma, sé que existe en nuestro país una ley que castiga la publicidad engañosa; la que a mi modo de ver, constituye una estafa semejante a la de la especulación o la alteración fraudulenta de pesos y medidas, pues lesiona la necesaria buena fe que debe imperar indispensablemente en el tácito contrato que se establece entre quienes ofertan y quienes demanda.

HUCHY LORA

Pretender dañar la bien ganada reputación de Huchy Lora mediante infundios calumniosos y perversos revela una mezquindad y un deterioro espantoso en el linaje de ciertos comunicadores.

Ante estos intentos difamatorios, que rechazo con toda mi alma, como discípulo y amigo entrañable de ese gran maestro del periodismo, recuerdo los versos con que finaliza una fábula en que un lobo murmura contra un perro, ante lo cual la zorra que al pasar lo escucha le espeta: AEn caso próspero o adverso quedará siempre entendido que es elogio, el más cumplido, la censura del perverso@.

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