A propósito de la Feria del Libro que se celebra en nuestro país desde el pasado jueves 22 y hasta el próximo domingo 2 de mayo; conviene recordar que al igual que como ocurre con el cine y la televisión, la radio y la literatura han mantenido una productiva y provechosa alianza.

Esta colaboración entre radio y literatura ha dado por resultado productos tan relevantes y exitosos como las radionovelas que en sus distintos géneros como el de aventura, (Calimán Cazán el Cazador, Tamacún, el Vengador Errante, etc.) Románticas,(Una flor en el pantano, El Derecho de Nacer, El Orgullo de Lady Ana), han mostrado el talento para sintonizar con los intereses y el corazón de las masas de figuras como Armando Couto, Félix Cañé, Delia Fiallo, José Ángel Bueza, Víctor Fox, y la archi conocida autora de novelas rosa Corín Tellado.

Otras producciones radiales originadas en textos literarios son los radio teatros en que se presentan adaptaciones sonoras de famosas obras del teatro universal y los programas de música y poemas, antaño tan disfrutados.

No recuerdo quién decía en estos días que pensaba que la radionovela, distinto a como se suele estimar, no era un género agotado, sino que trabajado con pericia innovadora podía dar mucho en el futuro; opinión que comparto plenamente.

[b]UN LIBRO SOBRE RADIO[/b]

He leído hace pocos meses el fascinante libro “Apague la luz y escuche” cuyo autor es Pavel Granados, un joven escritor mexicano al que alguien compara con su compatriota, el laureado ensayista Carlos Monsivais, lo que es una carta de presentación más que auspiciosa.

Se trata de una serie de breves ensayos a cerca de la historia de la radio mexicana, sus principales figuras y anécdotas más destacadas y suculentas; y está escrito con una prosa elegante, un estilo ágil, a veces irónico y casi siempre de deliciosa nostalgia.

Es un volumen pequeño que se devora con creciente deleite y por cuyas páginas desfilan figuras como Ana María Fernández, Maruja Pérez, Lupita Palomera, Lidia Fernández, Martha Triana, Carmela Rey y otras cancioneras legendarias del canto azteca entre quienes destaca, hasta el punto de ser omnipresente a lo largo de todo el libro, la personalidad del gran compositor Agustín Lara, promotor de todas ellas, y a quien incluso se le reserva una parte del texto dedicada exclusivamente al análisis del impacto e influencia sociológica y artística de su música.

El libro expone cómo el surgimiento de la radio desplazó al teatro como principal entretenimiento durante los años veinte, enumera las principales emisoras y cita las figuras estelares de la radio difusión Mexicana, mencionando entre otros, a la familia Azcárraga que hoy es propietaria del más importante emporio de radio y televisión en la patria del benemérito Benito Juárez.

Ojalá que los lectores interesados puedan encontrar en la Feria del Libro este maravilloso texto, sobre el cual la limitación de espacio me impide seguir comentando.