Oyendo radio

Oyendo radio

Presumo que quisieron ser simpáticos, tal vez intentaron recrear una expresión popular, pero lo cierto es que el anuncio le salió bastante desagradable.

Me refiero al comercial de radio de la corporación nacional fracatanera que empieza con una voz masculina, mostrando evidentes signos de pereza y descaro que dice: “Quisiera ser millonario, pero sin dar un golpe”.

No me parece que esa infortunada frase refleje la aptitud de la mayoría del pueblo dominicano, y en cambio sí estimula la holgazanería y la vagancia, deplorables valores en cualquier sociedad que luche por el bienestar y el progreso.

[b]EFÍMERO[/b]

Fue muy fugaz la permanencia en el aire del vespertino La Parada CDN, proyecto que encabezado por Kenny Grullón se difundió durante breves semanas a través de CDN Radio.

Actualmente en su lugar (de 5 a 7 de la tarde) se escucha música de actualidad, presentada por una hermosa voz femenina. Confieso que me habría gustado que hubiesen repuesto el noticiario.

[b]LAS PROMOS…[/b]

La amable lectora Luz Divina Cueto me comenta sobre la falta de actualidad y de congruencia de algunas promociones radiales, refiriéndose específicamente a las de “Disco 106”, que tienen más de quince años en el aire; y a las de “Caliente 104”, que a su modo de ver se oyen mal grabadas y con un ritmo lento, inadecuado para una emisora de música tropical.

Ella se pregunta si es que acaso esas emisoras no cuentan con creativos. Yo pienso que en efecto la creatividad brilla por su ausencia en muchísimas emisoras, mientras que en otras sus directivos parecen pensar que si una o varias promos son exitosas, deben perpetuarlas por los siglos de los siglos.

[b]EL ÉXITO DE PABLO[/b]

El reciente éxito de público y crítica del estupendo y entrañable cantautor cubano Pablo Milanés, se produjo sin que sus canciones suenen en la radio nacional, salvo en Las Favoritas de Juan TH, en el Bulevar de la vida por Radio, en Mar Adentro y quizás en un par de programas más.

Celebro este feliz suceso, pues demuestra que aunque aplastadas y acosadas por el excesivo mercurialismo; la calidad, la poesía y la ternura pueden todavía filtrarse por los resquicios de la tupida urdimbre de intereses que ejercen sus dominios en la radio.

[b]NOSTALGIA[/b]

Sería el año 74 ó 75 cuando, por sugerencia de un amigo, escuché siendo todavía un niño el programa “Cantalibre”, que difundía cada tarde a las tres Radio Santa María.

Se escuchaban allí canciones de protesta, en una abierta y audaz impugnación a la oprobiosa represión imperante en los 12 años de Balaguer.

En Cantalibre me emocioné hasta las lágrimas por vez primera, oyendo una canción, la conmovedora e irascible canción que escribió Víctor Manuel San José Sánchez, en homenaje a Orlando Martínez.

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