El arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, ofició ayer una misa con motivo de la festividad de Santo Domingo de Guzmán, donde se conmemoró un año más de la Fundación de la ciudad que lleva el mismo nombre.
El oficio religioso se efectuó en la Catedral Primada de América, y fue notoria la ausencia de autoridades municipales y la baja asistencia de público.
Ante la situación, Ozoria, aunque no se refirió de manera directa a la poca presencia de personas, consideró que la fecha debería ser celebrada con mayor vistosidad.
Expresó su idea de que se conforme una especie de comité gestor, para que organice actividades por la conmemoración.
En la homilía, Ozoria destacó la trascendencia de que sean celebradas las fechas de importancia histórica para el país, a fin de mantener viva la identidad. En el oficio religioso se distribuyó un material, que trata sobre la parte histórica de Santo Domingo de Guzmán y la fundación de la ciudad.
Según el documento, Domingo de Guzmán Garcés fue un presbítero castellano y santo católico, fundador de la Orden de Predicadores, que son más conocidos como dominicos, con una orden claramente estructurada y más de setenta comunidades en funcionamiento. Falleció en el convento de Bolonio, en agosto de 1221, tras una breve enfermedad cuando contaba con 51 años de edad.
Sus restos permanecen sepultados en la Basílica de Santo Domingo, de la citada ciudad. En 1934 el papa Gregorio IX lo canonizó. La capital de República Dominicana lleva su nombre en honor a él, y la Iglesia lo recuerda el 08 de agosto.