La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, anunció ayer la orden de mantener todos los negocios cerrados y prohibir la venta de bebidas alcohólicas el domingo para frenar el avance de la pandemia.

“En momentos en que hay aumento de casos, de hospitalizaciones y de fallecimientos, no podemos bajar la guardia y es por eso que, junto a representantes de la industria, hemos determinado tomar medidas más restrictivas, por el momento, el domingo”, expresó la gobernadora.

Vázquez aclaró que el resto de la semana seguirá en vigor la orden ejecutiva anterior, que tiene vigencia hasta el 31 de julio y que incluye el toque de queda de 10 de la noche a 5 de la mañana y la venta de alcohol hasta 7 de la noche.

El domingo todos los negocios estarán cerrados, excepto farmacias, supermercados, gasolineras y restaurantes.

“Hemos visto descontrol, muchas personas se olvidan que aún enfrentamos la emergencia por la pandemia”, afirmó.

El número de positivos confirmados por COVID-19 en la isla se situó ayer en 4,011 mientras los probables son 8.450. El total de muertes confirmadas y probables por coronavirus es de 180 y hospitalizaciones subieron de 315 a 336.