Paciencia no es evitar conflictos

Paciencia no es evitar conflictos

Cada vez se escuchan más quejas de los padres que ya no dominan a los niños, que la vida con ellos sea muy difícil y que tengan problemas con la educación. 

Muchos padres ya no salen con sus propios hijos por miedo del mal comportamiento, se abstienen prácticamente de la vida social y durante años solamente conocen «restaurantes» de comida rápida y parques infantiles. Aunque se queden en casa no significa que ahí los niños se comporten bien. Entre gritos y guerras reivindican derechos y  ya que los padres trabajan, llegan cansados y no quieren discutir o reñir siempre, por falta de fuerzas o por cansancio, se rinden. 

Asimismo, estos padres han aprendido a dirigir gente y cómo manejar y evitar conflictos; estos conocimientos los aplican con sus propios hijos. Los torean, los manejan. Luego lo llamarán paciencia o paz en la familia. Lo que en realidad pasa es que posponen los conflictos y los hacen mayores. 

La psicología del desarrollo conoce etapas en la vida de los chicos en las que se dan cuenta de costumbres, reglas, y les molesta mucho cambiarlas o verlas sin cumplir. La gran tarea de los niños es darse cuenta cómo funciona la sociedad. Hoy en día los padres ya no muestran límites y no se dan cuenta que son sus propios límites que los niños tienen que respetar. Este proceso de aprender cómo es la vida con otros, exige mucho: 

 Autocrítica

Saber perfectamente donde están los (propios) límites y ser consecuente en exigirlos. ¿Ver tres horas al día la tele es mucho?. ¿Y si estoy cansado y les pongo otra hora delante?. Todos los que viven o trabajan con niños saben que la educación tiene mucho que ver con conocerse a sí mismo. Si el niño por ejemplo nunca ha aprendido a colocar las cosas, ¿no será porque los padres tampoco son muy ordenados? 

Sinceridad

Todas las reglas tienen que tener una razón. Los niños por lo pequeños que sean, entienden muy bien por qué no pueden o deben hacer algo. Algunos padres se esconden detrás de su autoridad, «es así porque yo lo digo, soy el padre», a veces seguramente porque les faltan las fuerzas a las diez de la noche. Entonces los niños entenderán que estas reglas existen para complicarles la vida o para jorobarles y van a intentar quebrarlas y rebelarse. Los que entienden el sentido, no se rebelan tanto o por lo menos entenderán las consecuencias.

Empezar Hoy

Si los niños comen chucherías cada vez que quieran desde hace años, les va a resultar muy difícil entender por qué ahora las comen solamente en ocasiones especiales. Cambiar el proceso de la educación siempre exige mucho más fuerza, muchos más argumentos y más tiempo. Lo vemos en nosotros lo difícil que es cambiar costumbres fijas, ciertos privilegios, en cuanto a la comida por ejemplo. Dar la vuelta supone el doble esfuerzo.  

Paciencia para con los niños no puede significar tener que aguantar todos los gritos, las faltas de respeto y que con su comportamiento nos puedan manejar, porque saben que nos dan vergüenza sus gritos y por eso nos dominan. Saben que preferimos la tranquilidad a un conflicto y por eso vamos a ceder siempre. Así les enseñamos que con no respetarnos, sin argumentos y con gritos y violencia, van a conseguirlo todo.

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