Pacientes adictos desbordan capacidad del Psiquiátrico

Pacientes adictos desbordan capacidad del Psiquiátrico

POR ODALIS MEJÍA
Entre 30% y 35% de los pacientes que acuden al hospital psiquiátrico Padre Billini tiene problemas de adicción, lo que desborda su capacidad porque carece de la especialidad para tratar este tipo de patología.

El doctor Pedro Fernández Tejeda, director del siquiátrico, señaló que en el hospital se atiende un promedio de 80 a 85 pacientes al día en consultas, emergencias y dando tratamiento ambulatorio. De éstos son ingresados entre 10 y 18. En la actualidad tiene 133 pacientes agudos.

«Las adicciones en los últimos años son una de las causas de ingreso al hospital donde llegan son pacientes adictos a marihuana, cocaína, crack, éxtasis y alcohol», apuntó

Fernández explica que trabaja por instalar una unidad de adicción para lo cual necesita una plataforma médica más especializada, tal como la tienen los centros de desintoxicación.

Dijo que el centro está atendiendo a los adictos que van con situaciones de crisis, básicamente en el cuadro psiquiátrico. Luego son referidos a centros especializados, a los cuales, en la mayoría de los casos, los pacientes no acuden o no son llevados por sus familiares.

Entonces sucede, agrega, que los adictos se agravan y vuelven al hospital psiquiátrico, por lo que el centro atiende a una población altamente reincidente.

El galeno explica que con el nuevo concepto de la medicina psiquiátrica que se aplica en el centro ningún paciente puede tener una estadía mayor a 30 días. Pero en el caso de los adictos éstos necesitan tratamientos que van desde uno a cuatro año, en centros especializados que trabajan con la personalidad del individuo.

El hospital psiquiátrico Padre Billini, ubicado en el kilómetro 28 de la Autopista Duarte, recibe una subvención mensual de RD$900,000, la cual está siendo entregada religiosamente según Fernández, por lo que el centro no tiene ninguna deuda.

Pero pese a esto no todo es color de rosa. Y pese a que el centro presenta mejoría en comparación con situaciones anteriores, persisten problemas de mantenimiento en el área física como es la falta de iluminación en algunas áreas, problemas en algunos baños y un mobiliario en pésimas condiciones.

Otro de los problemas que confrontan el centro y que absorbe la mayoría de sus ingresos es la manutención de 58 pacientes que residen en el hospital porque no tienen familiares. Sus únicos parientes son los empleados del Padre Billini. Hay algunos que tienen 15, 20 y hasta 30 años viviendo allí.

Esto representa casi la mitad de los ingresados en el hospital para enfermos mentales que de acuerdo a su nueva política se trabaja para que el paciente no se cree una dependencia u hospitalismo.

La idea es clara: «ingresar al paciente cuando tiene problemas agudos y ponerle el tratamiento que necesite, incluyendo las terapias electro convulsivas que son aplicada con anestesia, luego se despacha a su casa y se da un seguimiento por consulta y con la entrega de sus medicamentos», explica Fernández.

Detalla que la idea es no tener a una persona con trastornos confinada a un centro y aislada de la realidad, situación que hasta las personas normales no resistirían. Esto ha permitido que en los últimos cinco años disminuya la cantidad de pacientes con larga estadía en el centro, donde se llegaron a tener hasta 1,200 personas enfermas ingresadas.

Pero para que este proceso sea sostenible, es necesario tener la colaboración de los familiares de los pacientes, quienes tienen que trabajar en estrecho vínculo con el personal médico, señala Fernández.

«Luego de eso el paciente debe ir a su casa y debe tener el apoyo familiar y aplicarle su tratamiento, porque de lo contrario va pasar lo mismo con un paciente diabético que si no se tome medicamento, entra en crisis. El psiquiátrico que no tome sus medicamentos se descompensa y pierde la realidad de la vida», agrega.

Con relación a las medicinas, el director muestra su júbilo, ya que en la actualidad el hospital está surtido de los principales medicamentos que necesitan los enfermos, incluyendo los poderosos psicofármacos. «No nos falta nada y tenemos los medicamentos más modernos para relajamiento de los pacientes que se encuentran en un alto estado sicótico»

También, en el hospital se presentan muchos casos de enfermedades orgánicas como el HIV y otras patologías que afectan la mente del individuo. En esas situaciones se trata el problema mental primero y luego se envía a otro centro.

Personal

Unos 14 médicos residentes, 12 médicos ayudantes, dos odontólogas, seis psicólogas, 76 enfermeras trabajan en el centro. En el hospital funciona una escuela de psiquiatría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que es la que dirige la residencia que dura cuatro años.

La tarea de atender a personas con trastorno mentales es algo difícil, por lo que el personal que labora en el hospital son instruidos para que otorguen un trato humano al paciente, quien según Fernández es lo más importante.

UN CASO

Rafael Balbuena tiene 10 años residiendo en el hospital psiquiátrico. Ingresó como paciente y ahora es parte del personal de apoyo, por lo que además de sus medicamentos, el hospital le entrega cada mes RD$700.

«Yo era cadete del tercer año y me enferme, me dieron de baja y me fui a Río San Juan a vivir con mi mamá. Cuando ella murió empecé a tomar y vivía sólo y me trajeron para acá. Aquí yo sirvo el agua y ayudo en la consulta. Yo me hacía mucho daño como el alcohol, pero yo no tomo nada más tengo vicios de cigarrillo y café para compensar. Estoy tranquilo porque me tomo mis medicamentos».

LÍNEA DE AYUDA

Según Fernández es difícil que una persona admita que tiene problemas mentales, incluyendo a los familiares a quienes hay que tratar de convencer para tratar de lograr una mejoría del paciente.

Y es que, afirma, las enfermedades mentales, junto a la soledad, la pobreza extrema y la muerte, forman los cuatro temores fundamentales que maneja el ser humano.

Estima que en país, el uno por ciento de la población sufre de esquizofrenia, y entre un 5 a 6 por ciento tiene trastornos en su estado de ánimo.

Con el objetivo de ofrecer ayuda a las personas que sientan trastornos en su conducta o personalidad, el centro ha creado una línea de ayuda, la cual no ha tenido mucha acogida por la falta de publicidad.

Los números para asistencias son desde el interior 1-200-559-9098 y 559-7601. Funciona en horario de 8:00 a. m. hasta 6:00 p.m.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas