Pacientes diarreicos siguen llenando hospitales

<P>Pacientes diarreicos siguen llenando hospitales</P>

A excepción del hospital Santo Socorro, las unidades de cólera de los hospitales Francisco Moscoso Puello y Luis Eduardo Aybar, en la Capital,   estaban llenas ayer de pacientes sospechosos de la enfermedad.

A excepción del hospital Santo Socorro las unidades de cólera de los hospitales Francisco Moscoso Puello y Luis Eduardo Aybar  estaban llenas ayer de pacientes sospechosos de la enfermedad.

Ayer la insalubridad en el Eduardo Aybar se notaba a distancia por el hedor que salía de la unidad, lo que familiares de los pacientes atribuyeron a falta de cloro y otros materiales necesarios para las labores de higiene.

 Precisamente médicos y enfermeras reclaman guantes y cloro para higienizar el área, pero no había desinfectante, lo que preocupó al personal que lidiaba con los internos.

En el hospital Santo Socorro solamente quedaban ayer tres niños con los síntomas de cólera, por lo que el área se observó prácticamente vacía.

Mientras  en el Moscoso Puello, cuya unidad de cólera estuvo ligeramente floja el sábado, de repente ayer llegaron 22 pacientes sospechosos de la enfermedad: 19 eran hidratados vía oral mientras tres por las venas, debido a la gravedad en que se encontraban.

En tanto  la unidad del Eduardo Aybar  tenía 33 pacientes, de ellos cinco eran  niños, estos últimos en un lugar separado de los adultos con buenas condiciones de higiene.

Amanecen sentados.  Ramón Cuevas, un anciano de 94 años de la calle 6 Norte, en Capotillo, fue dado de alta el sábado 25 de junio del Moscoso Puello pero el sábado pasado hubo que regresarlo a la unidad porque volvieron los vómitos y la diarrea.María del Carmen Cuevas, hija del anciano, denunció las condiciones en que se encontraba su pariente, quien amaneció sentado en una silla a pesar de la edad, lo que consideró inhumano.

De su lado José Antonio Rosario llegó a la unidad de cólera con una hija de 49 años, procedente de Los Guaricanos, en Santo Domingo Norte, por lo que de inmediato fue atendida por el personal médico.

Daniel Ciprián, de 29 años, también llegó al Moscoso Puello con vómito y diarrea procedente de la calle Francisco Alberto Caamaño de Los Guaricanos.

Los familiares de los pacientes del Mosco Puello reclamaron de las autoridades agilizar la entrega de los resultados de los análisis ya que en ocasiones pasan 24 y 36 horas y no saben qué padecen sus parientes.

Desde Los Guandules fue llevado a la unidad de cólera del Eduardo Aybar Jairo Valdemora pero su madre Guillermina llamó la atención por la falta de higiene que había en el área.

Desde el callejón 9 de Los Arrozales de La Ciénaga reingresó al Eduardo Aybar el niño José Ramírez, de 7 años, luego de haber sido dado de alta el sábado, ya que  volvieron los vómitos y la diarrea.

Con las lluvias las autoridades  esperan un incremento de los casos.

 Sube y baja

Contrario al sábado cuando hubo una disminución de casos sospechosos de cólera, ayer fue lo contrario, las unidades del Luis Eduardo Aybar y el Francisco Moscoso Puello estaban llenas y seguían ingresando pacientes en las primeras horas de la mañana. Sin embargo, en la unidad del Santo Socorro a penas habían ayer tres niños en condiciones estables.

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