Pacientes graves pasan días sin atención

Pacientes graves pasan días sin atención

Pacientes con infartos y algunos que han sufrido accidentes cerebrovasculares llevaban ayer hasta dos y tres días acostados en camillas del hospital Luis Eduardo Aybar, por falta de cama y de dinero para practicarles tomografías.

Uno de los casos más dramáticos es el de José Bautista, un hombre que fue llevado al hospital Luis Eduardo y que vino desde San Pedro de Macorís. Sus familiares lo veían sufrir con escasa atención médica y carecían de dinero y el hospital tenía las camas llenas.

En una camilla y en medio de una sala repleta de pacientes, la mayoría de los cuales tenían emergencias de gravedad, el paciente esperaba un turno para ser llevado a sala.

Ante preguntas de periodistas de HOY, los médicos residentes que luchaban en medio de las precariedades para salvar algunas vidas, dijeron que ese no era el único caso de gravedad que tenían.

«Nosotros cargamos con todos los problemas, los pacientes nos tiran responsabilidades que no tenemos, si no hay medicamentos o camas, le tiran la culpa a los médicos», señalaron los residentes de Medicina.

En el día de ayer las emergencias de varios hospitales estaban saturadas de pacientes, en algunas, como las de Medicina Interna, la situación era caótica.

«Esos dos pacientes sufrieron accidentes cerebrovasculares, esos otros dos tienen infarto, pero nosotros nos vemos limitados a ponerles lo que hay en vitrina, no tenemos la culpa que no haya de nada», dijo uno de los médicos residentes.

La situación económica de los familiares de los pacientes que estaban en estado de gravedad es crítica, pues en los hospitales es necesario pagar casi todos los servicios.

Por una tomografía fue menester pagar más de RD$1,600 pesos, pero habían pagado RD$1,000 al Centro de Estudios Dominico Japonés, que funciona al lado del hospital, pero sus fuerzas económicas no daban para más.

La desesperación de los familiares de los pacientes en estado de gravedad era evidente, pero no les quedaba otro camino que esperar.

El hacinamiento, el olor a sudor y la humedad caracterizaban el ambiente de cuatro salas de emergencias que cada día reciben desde enfermedades graves del corazón, los pulmones y el cerebro, hasta heridas de armas de fuego y armas blanca.

El hospital Luis Eduardo Aybar tiene a su lado uno de los más modernos centro cardiorenales, que busca dar atención en servicios especializados a una importante población, pero la el hospital luce abandonado y repletos de modernos equipos que ya se desactualizaron, dañaron y no pueden ser utilizados.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas