POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Los pacientes que se dializan en el hospital Salvador B. Gautier reclamaron ayer que sea resuelto de inmediato el retraso y las dificultades con el agua porque temen por sus vidas. Sin embargo, el director del hospital, doctor Máximo Brenes, explicó que se trató de un problema de comunicación y el colapso de la bomba de agua. Prometió que en la noche el problema sería resuelto.

Pero los pacientes con enfermedades renales perciben que cada hora que pasan sin oxigenar su sangre, constituye una disminución importante de su calidad de vida.

«Que bueno que ustedes vinieron, ustedes son nuestros guardianes», señaló Simón Bolívar Peña, un paciente que lleva años dializándose en ese hospital.

El presidente Leonel Fernández había solicitado a los directores de hospitales para que saquen de los medios de comunicación los titulares de los periódicos en los cuales por lo general se reseña la situación de esas unidades. Hace un tiempo que la crisis estaba controlada, porque los pacientes sólo se quejan cuando le faltan los insumos.

Los pacientes que se dializan también denunciaron que tienen problemas con el fármaco Eparina y con los equipos que sirven de trasporte al líquido que oxigena su sangre.

Los pacientes también tienen quejas de algunos médicos del área que tienen niveles de dirección en el departamento, los cuales, según dijeron, se pasan días sin visitarlos.

«Yo llevo ocho días sin dializar y la mayoría de mis compañeros de turno también, cuando pasa eso lo que una espera es la muerte», sostuvo Altagracia González, una paciente con problemas renales.

Los pacientes insistieron en que los problemas con la bomba son constantes y llamaron a las autoridades a no exponer sus vidas.

En el día de ayer se dispuso la compra de una bomba nueva, mientras el director del centro hospitalario que depende del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) admitió que se le presentaron problemas con los equipos, debido a deficiencias de la casa suplidora.