Eddis Castillo, presidente de la Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida y Héctor Acosta, de la Fundación Dominicana Pro-Ayuda a Pacientes Renales y Trasplantados (Fundopar), dicen que hay gran temor entre los pacientes renales, debido a que su condición inmunosuprimidos los hace más propensos al contagio con el virus. Ambos manifestaron su temor de que, ante esta situación no existan salas de hemodiálisis de aislamiento ni un personal debidamente entrenado, ya que en el país hay más de 4000 pacientes renales que dependen de una máquina de hemodiálisis, colocadas la mayoría de las veces a menos de un metro de distancia.
“No se ha determinado aún qué hacer con los pacientes renales, con los cuales diariamente debemos enfrentar un reto para vivir, conectados a una máquina de diálisis; no existe un hospital de aislamiento para tratarnos, en caso de ser contaminados”, dijo Héctor Acosa, presidente de Fundopart.
Hicieron un llamado al ministro de Salud, al director del Servicio Nacional de Salud y al presidente de la Sociedad Dominicana de Nefrología, a fin de que se tome en consideración la población de pacientes renales que deben dializarse diariamente.