Pacto educativo

Pacto educativo

La propuesta de pacto educativo que el Gobierno presentó no aborda principios generales que deben guiar nuestra educación; se va a los detalles. No pide que respondamos cuál educación queremos, sino que pide que respondamos cómo haremos esa educación. Cuando un acuerdo se plantea en ese nivel de detalles, obligatoriamente quedan grandes ausentes, porque no se puede llevar a consenso en un pacto universal todos los detalles.

Actualmente tenemos tres elementos que nos vinculan al pacto educativo: La Ley General de Educación 66-97; el Plan Decenal 2008-2018, llevado a consenso en un proceso de más de un año, harto participativo, y el Compromiso Político y Social por la Educación, firmado por el Presidente Danilo Medina y por todas las fuerzas políticas, sociales y laborales del país.

Los dominicanos queremos una educación que presente como resultado un ser humano integral, crítico, conocedor de sus raíces y capaz de hacer realidad su futuro. Un ciudadano consciente de que no está solo y de que le debe gran parte de su existencia a la sociedad que lo acompaña. Un ser humano que entienda la necesidad que tenemos de producir eficientemente productos de calidad, pero no queremos un puncha botones en una industria.

Veamos a qué nos comprometimos conforme a esos vínculos vigentes.

Nos comprometimos a:

· Revisar los esfuerzos anteriores de leyes, compromisos y planes educativos para rescatar lo bueno, descartar lo malo y encontrar las causas de por qué fallamos para resolverlas. Es mala práctica partir siempre de cero.

· A colocar a la educación en el primer lugar al momento de asignar fondos del presupuesto y estos no serán nunca menores del 4% del PIB que consagra la ley y seguirán el incremento sucesivo que detalla la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo.

· A apartar la política partidista y el clientelismo de todo aquello que tenga alguna relación con el proceso educativo.

· A fortalecer el Consejo Nacional de Educación para que sea este el órgano que supervise la gestión del Ministerio de Educación y defina las políticas en materia de educación.

· A establecer una estrategia de descentralización en la estructura educativa que permita una mayor libertad y responsabilidad en la gestión a las instancias locales.

· A colocar al magisterio en el lugar privilegiado en que siempre ha debido estar, dignificando la profesión docente y elevando sus condiciones materiales de existencia. Sin maestros no hay educación.

· A poner en ejecución los artículos de la ley que crean el Fondo Nacional de Fomento a la Educación, con todas sus consecuencias.

Quedan otros temas sobre los cuales ponernos de acuerdo y pactar: Evaluación de los procesos, integración de las comunidades a la vida escolar y otros.

Queremos una educación pública, gratuita, de calidad, laica, formadora personas integrales, conocedoras de sus derechos y cumplidoras de sus deberes, capaces de aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser humanas.

Verdaderos ciudadanos. No queremos menos.

 

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