Pacto fiscal y aumento de la presión tributaria

Pacto fiscal y aumento de la presión tributaria

La convocatoria del Consejo Económico y Social, con la finalidad de discutir y arribar a un pacto fiscal, va a trazar la raya de Pizarro entre los que están comprometidos con una mayor presión fiscal y mejor calidad en el gasto para cumplir las metas de la Estrategia Nacional de Desarrollo, y los que apuestan a la recesión y la pérdida de empleos anteponiendo el imperativo de elevar las recaudaciones con una austeridad, con una reducción drástica del gasto, que llevaría al gobierno, de aceptar esa premisa, a incumplir con la END y con su programa de gobierno de amplio contenido social.

Los sectores representados en el Consejo Económico y Social lograron el consenso sobre una Estrategia Nacional de Desarrollo, aprobada por el Congreso (Ley 1-12), y consigna en su Artículo 36: “la necesidad de que las fuerzas políticas económicas y sociales arriben a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo, mediante el apoyo sostenido a un proceso de reestructuración fiscal integral y el marco de una ley de responsabilidad fiscal”. Y en el párrafo único de ese Artículo, acápite VI: “Elevar la presión tributaria para viabilizar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible formulados en esta Estrategia Nacional de Desarrollo”.

El nivel de gasto y presión tributaria de la RD es uno de los más bajos de AL y el Caribe (para no compararnos con las astronómicas presiones tributarias de los países desarrollados). En 2011 las ingresos tributarios promedio de la región fueron equivalentes al 15.4% del PIB, con países como Argentina en 21.3%, Brasil 23.7% y Chile 19.6%, mientras en RD fueron de apenas 13.2%, incluyendo las donaciones. Del lado del gasto, el promedio en AL y el Caribe fue en 2011 de 21.2% del PIB, y en RD fue equivalente al 15.8% del PIB. En esta región solo Guatemala con 14.3% del PIB y Haití con 12.1% gastaron menos que nuestro país.

Los economistas que apuestan a un pacto fiscal sin nuevos impuestos, algunos sesgados por su militancia en una facción del PRD, saben muy bien que sin reforma para 2013 (partiendo de que en 2012 las recaudaciones serán menores por lo menos en RD$27 mil millones a lo estimado y las proyecciones de aumento para 2013 estará en línea con el crecimiento nominal del PIB-8.5%-) las recaudaciones no llegarían RD$340 mil millones (y no RD$358 mil millones como alegan) y de nuevo estamos hablando de ingresos tributarios en el entorno del 13.4% de PIB. Ellos saben también que una reducción del gasto, por encima del planteado por el gobierno en el orden de 1.9% del PIB, llevaría esta economía a la recesión.

Para ese nivel de recaudaciones el gobierno deberá invertir el 4% en educación, 2.6% para el pago de los intereses de la deuda pública, salud 1.9%, prestaciones sociales 0.7% y la CDEEE, en el mejor escenario, 1% del PIB. Estamos hablando de 10.2% del PIB con esas partidas, restando solamente 3.2% para Justicia, Congreso, JCE, Cámara de Cuentas, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Educación Superior, ayuntamientos y los demás ministerios e instituciones autónomas y descentralizadas.

El Presidente sometió ante el Consejo económico y social su propuesta de reforma fiscal, que ha concitado reacciones unas adversas y otras de asombro; se podrá cuestionar el aumento fuerte de varios gravámenes, que a nuestro juicio su mayor peso se concentra sobre la clase media; sin embargo, afortunadamente existe la posibilidad en el seno del Consejo discutir y arribar a un consenso de una reforma menos regresiva.

Lo que no está en discusión es la necesidad de aumentar las recaudaciones en relación al PIB, para cumplir con las metas de la END, así como el gobierno demostrar un compromiso firme e invariable con mejorar la calidad, prioridad y transparencia del gasto.

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