Pacto migratorio

Pacto migratorio

Ubi Rivas.

La providencia de nuestro presidente Danilo Medina rechazando la sugerencia de las Naciones Unidas concerniente a un pacto migratorio es correcta y debe saludarse por todo lo alto por sus gobernados.
Se inscribe la providencia de nuestro gobernante dentro de los parámetros innegociables de preservar el fuero soberano conforme define nuestra Carta Magna, atendiendo a los postulados sagrados enmarcados en nuestro sagrado atributo de Estado libre e independiente.
Es incierta la versión del ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, vociferando que “al gobierno nadie le tumba el pulso”, cuando en el caso de la sugerencia de las Naciones Unidas del pacto migratorio, los sectores fácticos más importantes, empezando por el CONEP, rechazaron la ponencia del máximo foro internacional, añadiendo la presión de los grupos choferiles que obtuvieron ocho semanas consecutivas de reducción de precios en los combustibles.
Ninguna persona y ningún gobierno del mundo es infalible, ni siquiera las más abyectas tiranías, resquebrajadas por simples cadencias de la historia, la bolchevique, maoísta, hitleriana, somocista, pinochetista y trujillista, porque todo cambia constantemente, nada es estático, todo tiene su ciclo, apogeo y perigeo, comenzando por la vida humana.
La correcta decisión debiera clonarse en el caso peligroso de los gobiernos del PLD validar la invasión pacífica haitiana que socava nuestra soberanía, conteniéndola no con un salvable muro físico, sino con uno de firme voluntad política, que es el más efectivo y económico de todos los muros, conforme demuestra la suprema fuente de conocimientos, que ha demostrado ser la historia.
Punto de inflexión y enorme oportunidad es la providencia presidencial que describo, cuestionando al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, si permitiera aceptar a que todos los que deseen ocupar su residencia.

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