No es tan poco como los diez cheles con los que el doctor Euclides Gutiérrez Félix, siempre fiel a su imagen de sangrú y destemplado, quiso ningunear a los perredeístas, ni tanto como para que puedan hacer mucho cerebro con cargos y nombramientos a pesar de toda el hambre atrasada que arrastran. Pero algo es algo. Por lo pronto, la decisión del presidente Danilo Medina de nombrar al siquiatra César Mella como asesor del Poder Ejecutivo, así como al profesor Anibal García Duvergé como director del Idecoop, debería empezar a disipar las dudas en torno al nebuloso pacto entre el PLD y el PRD, con demasiados enemigos, aunque no declarados, al interior del peledeísmo, pero también está llamado a reavivar las esperanzas de los perredeístas, pues las expectativas son de que habrá nuevas designaciones que recaerían en otras figuras del menguado partido del jacho, entre las que se ha mencionado a Peggy Cabral y Henrry Sarraff. Pero como lo que se hizo, en realidad, fue desvestir un santo para vestir a otro, ahora les toca sufrir a los dirigentes y miembros del Partido de la Unidad Nacional, a los que se entregó el Idecoop como feudo político dada su condición de miembros del Bloque Progresista, ya que la destitución de su presidente, Pedro Corporán, los ha dejado literalmente huérfanos ¿Cuántos sobrevivirán a la aplanadora que llevará García Duvergé, obligado a poner “a su gente” así sea en los puestos claves? Es probable que la incertidumbre por la que están pasando los empleados del Idecoop se haga extensiva a otros partidos y movimientos que integran el Bloque Progresista prohijado por el expresidente Leonel Fernández, que demasiado tarde están descubriendo que en materia de pactos y alianzas electorales el presidente Medina aplicará su propio librito, por lo que cada vez resulta mas evidente que una vez concluyan los amarres y negociaciones algunos de ellos quedarán, como dicen por ahí, oliendo donde guisan.