El párroco de la iglesia San Vicente de Paúl, Gregorio Alegría, informó ayer que al menos diez compañías constructoras han presentado proyectos de viviendas para más de mil familias que habitan el sector La Barquita de Los Mina, en Santo Domingo Este, los que están en poder del Gobierno.

Sin embargo, los moradores de ese lugar rechazan algunas propuestas que buscan trasladarlos hacia una zona de San Isidro, donde según sus informaciones, se construirían casas prefabricadas.

El padre Alegría opina que cualquier solución el problema de La Barquita debe materializarse sin el “desarraigo” de las familias, tras coincidir con los pobladores del lugar, en el sentido de que la vida en un lugar lejano sería muy difícil para quienes dependen del chiripeo.

Precisó que todos los proyectos han sido enviados a la Presidencia para que el Gobierno los estudie y seleccione el que más conviene,  aunque aclaró que la última palabra la tiene el presidente Danilo Medina.

Aclara que no favorece  ninguno de los proyectos, sino que con lo que la comunidad de La Barquita entienda más le conviene, que casi en su totalidad quiere que se materialice en la misma zona.

“No es por quedar ahí, es porque llevan ya muchos años que tienen su modo de vida en ese lugar y sus alrededores, como el trabajo, la familia, la escuela y muchas cosas más, llevarlas a otro lugar es un desarraigo muy grande”, explica. Considera que en la zona hay posibilidades de construir las viviendas en lugares donde el río no llega, ya que también esta fuente de agua, el Ozama, sería saneada y una amplia área de influencia tomada por Medio Ambiente, un muro de contención y una avenida de Circunvalación. De su lado, Josefina Madé y Henry Peña, dirigentes comunitarios de La Barquita, advirtieron al Gobierno que nadie en ese lugar está de acuerdo con que los trasladen a lugares lejanos, como San Isidro, según han escuchado, tras señalar que no tendrían de qué vivir.

Exhortan al presidente Medina a que mantenga su promesa de no sacar a las familias de su  entorno.