Padre Cela aboga acciones preventivas de transformación social en los barrios

Padre Cela aboga acciones preventivas de transformación social en los barrios

POR UBALDO GUZMAN M.
El sacerdote jesuita Jorge Cela dijo ayer que no basta que la Policía Nacional cumpla su función, sino que hace falta una acción preventiva social de transformación por parte del gobierno, lo que dijo reclaman los barrios donde se ejecuta el Plan de Seguridad Ciudadana. También consideró preferible que el país disponga de una Policía que vigile, en lugar de que mate a ciudadanos en intercambio de disparos.

Favoreció que la Policía cumpla con su función, pero no de manera excesivamente represiva.

Señaló que el documento del Consejo Ampliado sobre Seguridad Ciudadana, en el cual participó, se encuentra un plan muy bien estructurado para la Policía y la acción policial, aunque se ha quedado en una declaración de intención muy elemental.

Cree importante que ese consejo comience a reunirse para determinar qué puede hacer y espera que las autoridades escuchen el reclamo de los barrios.

Expresó que figuran funcionarios del gobierno, empresarios y comunidades que están dispuestas a involucrarse en el combate a la delincuencia.

“Lo que causa la delincuencia es una sociedad que tiene oportunidades y no se las brinda a todos”, sostuvo Cela al ser entrevistado en el programa Uno + Uno, que se transmite por Teleantillas. Reiteró que no es la pobreza lo que causa la delincuencia y que la imagen que se ha transmitido a la población es que los pobres son delincuentes y que, por tanto, mientras más retenidos estén, es mucho mejor, lo que cree injusto.

Indicó que los pobres han sido discriminados durante mucho tiempo, porque no les dan oportunidades a las que tienen derecho.

Recordó que en el Distrito Nacional figuran barrios que tienen más de 50 años de fundación, sobre todo de la zona Norte del Distrito Nacional, pero que sus estudiantes, tan pronto terminan el octavo, no tienen a dónde ir.

Dijo que en esos barrios, la entidad Fe y Alegría trabaja en la construcción de liceos.

 Citó que el año pasado se comenzó el de Los Guandules y que este año se iniciará el de Guachupita, mientras se trabaja en la escuela de Villas Agrícolas.

Fe y Alegría cuenta con 30 escuelas en todo el país, con unos 26,000 alumnos. Son escuelas públicas en zonas de mayor pobreza y trabaja para mejorar la calidad de la enseñanza.

“Hay un discurso que no tiene propuestas concretas. Estamos hablando de la excelencia de la educación, pero no estamos invirtiendo en educación; estamos invirtiendo en la educación universitaria cuando hay grandes deficiencias en la educación primaria”, se quejó Cela.

Cree que el principal desafío de la administración de Leonel Fernández en los próximos dos años será que la población sienta los beneficios del gobierno.

Señaló que el gobierno se ha caracterizado por el discurso de la modernidad y que en algunas instituciones se logró mayor eficiencia en los servicios, pero que se ha entrado en un proceso de debilitamiento.

Otro gran reto del gobierno, a su juicio, es enfrentar la corrupción.

El antropólogo y sacerdote entiende que frente a los escándalos, el gobierno ha respondido con el silencio.

 Criticó que la corrupción siga siendo una práctica aceptada en el país.

Considera que en la premodernidad se funciona con favores y lealtades, mientras en la modernidad se funciona con derechos y deberes.

Consideró que el país tiene que pasar de favores y lealtades a derechos y deberes.

Señaló que el anuncio de una reforma constitucional ha creado un sentimiento de desconfianza y desinterés por parte de la población.

Indicó que las instituciones están cansadas por un debate que se hizo y que ya existe el aporte que hicieron muchas instituciones en los momentos que se discutió la reforma constitucional.

A su juicio, la reforma constitucional no es un tema de prioridad de la discusión nacional y expuso que hay que retomar los aspectos discutidos sobre la Constitución.

Dijo que se sentiría muy a gusto si la prioridad de la discusión nacional en este momento fueran las reformas sociales.

El país tiene una cultura y una manera de funcionar que  afecta a todos, así como la corrupción no es vista como un problema, sino que es aceptada, dijo.

Expresó que como no hay conciencia de lo público, el espacio público se considera privatizable y que lo mismo ocurre con los bienes públicos.

Dijo que a pesar de que los partidos son obsoletos, figuran políticos dentro de las organizaciones que tienen una nueva visión y que incluso están teniendo éxitos.

Expresó que existe un empresariado que ha asumido su responsabilidad social.

Favoreció apoyar las iniciativas del empresariado, organizaciones populares y el gobierno porque “abren futuro”.

Expresó que el gobierno tiene que enfrentar la deuda social pendiente y sostuvo que todavía no existe una política social que responda a las necesidades del país.

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