La violación y embarazo de dos hermanitas de 11 y 13 años de edad por un padrastro que también abusó de su propio hijo, de 3, provocó la muerte de la madre de los tres menores, y que las niñas sean hoy madres de dos bebés que en circunstancias normales pudieron ser sus hermanos.
Esta es solo una de las 1,000 desgarradoras historias de abuso infantil narradas por las propias víctimas en el Centro de Entrevistas para Personas en Condición de Vulnerabilidad, Víctimas o Testigos de Delitos, que opera en el Distrito Nacional, Santiago y San Cristóbal.
Las entrevistas a ambas niñas abusadas debió hacerse luego que dieran a luz, y la más pequeña fuera dada de alta porque durante el parto sufrió preeclampsia. Este hecho ocurrió en la provincia Santo Domingo, y el victimario fue condenado a 20 años de prisión.
Los centros. Fueron creados por el Poder Judicial con apoyo de la Embajada de Gran Bretaña e Irlanda, y la cooperación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con el objetivo de reducir la “revictimización” de los menores abusados, a través de medios técnicos-legales, garantizar su protección y el pleno ejercicio de sus derechos.
Cómo funcionan. Son espacios ambientados en circuito cerrado o cámara de Gesell, donde las víctimas o testigos de delitos son entrevistados sin que puedan ser observados por el victimario.
Sus declaraciones son grabadas en formato digital y se constituyen en medio de prueba a ser presentada en todas las fases del proceso penal, explicó la doctora Miriam Hernández Girat, directora de Familia, Niñez, Adolescencia y Género, del Poder Judicial.
Las entrevistas. Son hechas por sicólogos (as) entrenados en la técnica de la entrevista forense por un equipo de técnicos británicos, y observadas desde una sala donde se celebra la Vista de Anticipo de Prueba, con la participación de un juez, el Ministerio Público, el victimario, un defensor público o un abogado privado, y la secretaria.
El protocolo consta de cuatro etapas: la primera (Rapport) está diseñada para crear un ambiente relajado, para que el menor pueda establecer una buena relación con el entrevistador, quien se presenta y le aclara a la víctima la necesidad de describir lo que le sucedió de forma detallada, y decir la verdad.
En la segunda (narración libre), se identifican una serie de mensajes para identificar el presunto abuso de forma no sugestiva y con indicaciones que sean las más abiertas posibles. Una vez se hace una primera referencia, empieza la fase de recuerdo libre con una invitación: “Dímelo todo”.
Después de “saturar” el recuerdo libre, se procede a la tercera fase que es la de “exploración”. Aquí es posible hacer algunas preguntas centradas en la información que ha proporcionado la víctima. En la última fase de la entrevista (cierre), el entrevistador presenta a la víctima entrevistada las preguntas que hayan surgido en la Sala de Vista de Anticipo de Pruebas.
Estadísticas. En el primer cuatrimestre de este año, en el Centro del Distrito Nacional, que abarca la provincia Santo Domingo y Monte Plata, fueron entrevistados un total de 100 menores, y 79 testigos de delitos, informó la coordinadora Alicia Arbaje.
Indicó que de ellos, 34 son víctimas de violación; 30 de acoso sexual; 16 de abuso físico, 15 de incesto, y 5 de abuso sicológico.
Cómo enfrentar abuso infantil. Para la directora de Familia, Niñez, Adolescencia y Género, no se puede atacar ni hacer previsiones de abuso infantil si no va de la mano con la prevención de la violencia intrafamiliar, la cual tiene mucho que ver conque la gente no conoce sus derechos.
Lamentó que en la era de redes sociales, la radio, televisión y demás medios de comunicación, los actores del sistema no los utilicen para campaña de sensibilización en ese sentido.