RAFAEL DE JS. CAMPOS
Así como lo veis. Falcó con acento agudo y no Falco grave. Todavía se tiene la creencia infundada de que las palabras escritas en mayúsculas, no se acentúan. En nuestras escuelas nos lo enseñaron de esa manera y aún se mantiene. Creo que en la era de la maquinilla de escribir, que nunca trajo el acento para las vocales mayúsculas, parece que se estableció como regla.

Las reglas para la acentuación indican cuándo se acentúan las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas, sin mencionar si son mayúsculas o minúsculas, al entenderse que son a todas las vocales por igual. En el Pequeño Larousse, al final de la explicación del «uso de las letras mayúsculas» dice: Las vocales mayúsculas, cuando les corresponda, deben llevar el acento gráfico.

La calle «Padre Fantino Falcó» que pasa frente al Colegio San Judas Tadeo, de la capital, está señalizada con letras mayúsculas como las demás, y al no tener la tilde al final, lo pronuncian como palabra llana. Igual pasa con Guarícano.

Llamo a la atención a la señora Alejandrina Germán, secretaria de Educación, para que tome los correctivos de lugar y a don Freddy Beras, que es un preocupado por el lenguaje castellano correcto.

Juan Francisco Fantino y Falcó nació el martes 16 de mayo del 1867 en Italia, y llegó al país el lunes 8 de noviembre del 1899. Sacerdote y educador, dejó una importante obra altruista en el Cibao. Fundó el Colegio San Sebastián, en La Vega, y en el Santo Cerro el Colegio Padre Las Casas, y la Orden de Terciarias Franciscanas. Recibió la Orden del Mérito Juan Pablo Duarte en 1935 y fue honrado por el Papa Pío XI. Entregó su alma al creador el martes 4 de julio del 1939, en San Pedro de Macorís.