El sacerdote José Luis Hernández afirmó ayer que este gobierno ha sido un fracaso en todos los sentidos y que en esta administración le han caído al país las siete plagas y una más.

Al participar en la Esquina Joven del periódico HOY, Hernández dijo que el presidente Hipólito Mejía «está mal del juicio» al pretender reelegirse.

«Aquí nadie está conforme. La calidad de vida ha desmejorado considerablemente, la gasolina subirá enormemente a partir de hoy, las oportunidades que tiene la gente son cada vez menos, los barrios son campos de hacinamiento, las comunidades rurales viven en una situación extremadamente penosa, no hay un sector que haya mejorado en este gobierno», indicó.

El religioso, que recientemente fue trasladado desde la parroquia de San Carlos a los barrios de Villa Consuelo y Villas Agrícolas, sostuvo que si el Presidente fuera “más sensato, equilibrado y tuviera los pies sobre la tierra” se diera cuenta que su repostulación no beneficia en nada a este país y que por el contrario creará un clima de ingobernabilidad insostenible.

«Todos vamos a vivir una situación muy triste cuando veamos que tenemos que tomar la misma medicina por cuatro años más», señaló.

[b]LEY DE LEMAS[/b]

Asimismo, el sacerdote, al participar en la tertulia, definió la denominada Ley de Lemas como un «disparate» que sólo es apoyado por la tendencia del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), la vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch y el secretario de Turismo, Rafael (Fello) Suberví Bonilla, de quienes dijo ven esta propuesta como una alternativa al conflicto interno de su Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Afirmó que gente incapaz de resolver un problema interno en un partido tampoco sería capaz de solucionar un problema nacional, «lo que ha sido demostrado en los gobiernos presididos por el PRD”.

Vaticinó que si ese proyecto de ley es aprobado en el Congreso Nacional será una desgracia más de las que se irán acumulando al rosario de problemas dejados por el partido blanco.

Dijo que aparentemente el país está sedado y existe una gran desconfianza.

Sostuvo que en el país hay una gran cantidad de personas que está recibiendo dinero de diferentes instancias del gobierno hipotecando su voz y sus ideas, por lo que el pueblo, en consecuencia, está indefenso.

«No me voy a dejar coger de tonto de ese grupo de charlatanes que se adueñan del poder para después sacar ventaja, como es el caso de los diputados que querían un hospital exclusivo para ellos y pretendían aumentarse el sueldo en dólares, es decir un grupo de canchanchanes que suben ahí a costa de mi voto para que después se hagan hasta enemigo de uno», refirió.

Sin embargo, entiende que aunque mucha gente acudirá a votar para castigar al presidente Mejía si se repostula también habrá un gran nivel de abstención.

[b]ESTÁ DESPROTEGIDO[/b]

Por otro lado, el religioso que se caracterizó por denunciar los problemas sociales del sector de San Carlos, hizo hincapié en la desprotección en está la barriada de San Carlos.

«El sector de San Carlos, como otros tantos barrios de la capital, no hace otra cosa que pasar por un momento sumamente difícil de desprotección. No hay protección a nivel gubernamental, no hay protección a nivel de las instituciones de servicio, es un barrio que está al desamparo, razón por la cual grupos de narcotraficantes, que prostituyen menores y cometen todo tipo de delitos y se adueñan de zonas como esa», manifestó.

Dijo que lamentablemente tampoco hay un liderazgo.

Dijo que cuando llegó al sector se reunió con todas las juntas de vecinos y fundaron Villa San Carlos mediante la cual pretendían resolver los problemas de la comunidad, pero a los tres meses ese proyecto se cayó porque las organizaciones comunitarias no eran fuertes, ni tenían respaldo.

Agregó que los destacamentos de San Carlos y Villa Francisca son espacios donde los policías asignados lo que tratan es de aprovecharse y sacar beneficios económicos, al punto de que una vez son trasladados del lugar siguen yendo a buscar su «semanal» a los negocios y a cobrar su peaje, «lo que hace la zona invivible».

Dijo que la indiferencia de los moradores del sector para enfrentar los problemas delincuenciales que les afectan se debe a que algunos de sus propios moradores viven también de la delincuencia.

En ese sentido, citó el caso de madres que celebran el hecho de que sus hijos roben porque con ello pueden comprar artículos de su uso personal.

Se quejó de que para colmo de males los delincuentes tienen «padrinos» que los ayudan a salir de la cárcel rápidamente.

«Hay una serie de padrinos, sobre todo, policías pensionados y retirados que sueltan a los delincuentes», señaló.

En el destacamento de San Carlos, dijo, los agentes cogen «cuartos y venden presos».

Dijo que anteriormente se hacían redadas los viernes y el camión se llenaba de detenidos, pero que al día siguiente en la mañana ya no había nadie porque o «los vendían» o algún padrino llamaba para que los liberaran.

Declaró que el 90% de los agentes policiales que fueron trasladados de ese destacamento hace unos dos meses a raíz de una denuncia que hiciera al poco tiempo pagaron para regresar «y la situación sigue igual».

La delincuencia está volviendo a los mismos niveles de antes, indicó.

«Los destacamentos se pagan como se pagaban los puntos de tráfico de drogas, porque todos los destacamentos no ofrecen los mismos beneficios», aseguró.

Denunció que los policías tienen un «peaje» en el Mercado Nuevo.

Narró que cuando una camioneta llega al mercado los agentes policiales le cobran una suma y cuando se van también, «entonces, en ocasiones, uno se siente más inseguro con la policía que con los mismos delincuentes».

Sostuvo que el pasado miércoles en la noche tres policías en la calle Padre Castellanos casi a esquina Moca lo detuvieron para preguntarle si portaba armas de fuego y al identificarse lo dejaron ir sin ni siquiera requisarlo, lo que indica, a su entender, que esos agentes se la estaban buscando.

[b]AMENAZADO[/b]

Dijo que aunque no ha sido amenazado de manera directa tiene conocimiento de que algunos de los delincuentes del sector han planificado asesinarlo.

No obstante, refirió que de donde ha recibido mayor presión ha sido del gobierno.

Explicó que el gobierno en varias ocasiones lo ha instigado a través del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) en la persona del general Cruz Méndez, quien en días pasados lo insultó, luego de ser llevado a su despacho engañado por el subdirector de la institución, general Emiliano González, quien pertenece a la iglesia.

«Él me invitó a su oficina como un amigo porque él (González) es hermano de dos sacerdotes y cuando estoy allá cuestionó mis declaraciones y me llevó a la oficina del general Cruz Méndez, quien me insultó y luego me sacó del lugar», señaló.

Dijo que a raíz de eso sus teléfonos fueron intervenidos.

Recientemente, dijo, tuvo otro incidente cuando le llamó charlatán al presidente Mejía y que varios comunicadores sociales lo criticaron, acción que lamentó.

Sostuvo que no sienten temor de su vida, tras hacer referencia a la frase pronunciada por Jesucristo en el sentido de «no temas a los que matan el cuerpo porque no pueden hacer más de ahí».

[b]PLANES INMEDIATOS[/b]

Dijo que entre los problemas principales de su nueva jurisdicción, los barrios de Villa Consuelo y Villas Agrícolas, se encuentran la construcción del Mercado que lleva más de 15 años paralizado y el tráfico de drogas, por lo que se apresta a convocar a las organizaciones comunitarias y a hacer un sondeo sobre la situación para ver cómo se le va dando salida a cada uno de los problemas existentes.

«Yo creo que será mucho más fácil que en San Carlos porque son barrios más organizados y la comunidad no está tan comprometida con el mal como es el caso de San Carlos», aseguró.

[b]RELACION CON LA POLICÍA[/b]

Pese a las criticas vertidas contra los agentes policiales, el religioso señaló que mantienen buenas relaciones con el jefe de la policía, mayor general Jaime Marte Martínez.

«Me ha brindado mucho apoyo. Me asignaron una persona para que estuviera como parte de mi seguridad personal, aunque hace 15 días la retiré porque veía que no era conveniente andar para arriba y para abajo en compañía de una persona, además de que me iba a cambiar de iglesia», indicó.

Entiende que la policía tiene que aplicar mano dura porque en el país no se conoce otra ley que no sea la del garrote, lo que dijo tendrá que desaparecer cuando se lleve a cabo un plan de educación serio.

Sin embargo, reconoció que la policía se está excediendo en lo que es el control de la delincuencia.

Sugirió a la policía revisar su estrategia para enfrentar la delincuencia «porque esto lo que da a entender es que no tienen otra alternativa y desdice mucho de una policía que debe estar más tecnificada y más acorde con los nuevos tiempos».

Favoreció que Marte Martínez sea removido, ya que lleva dos años al frente de la institución y entiende hay otras personas valiosas que pueden ocupar ese puesto.

[b]EL PAIS NO ESTA PREPARADO[/b]

El país no está preparado para la aplicación del nuevo Código Procesal Penal, afirmó el religioso.

«El procurador parece que no está bien aterrizado o aterrizó tanto que los cables se les están pasando», indicó.

Manifestó que el procurador Víctor Céspedes está tomando una serie de medidas que no van acordes con lo que es la realidad del país.

«Eso le queda muy grande a un país que se ha formado a base del chucho, del garrote, donde hay tantos problemas sociales», señaló.

Sostuvo que esa propuesta de dejar que el preso se vaya a su casa los fines de semana es un absurdo, tras preguntarse quién podrá evitar que esa persona incurra en otros hechos delictivos en ese período.

Dijo que se debe impartir mucha educación cívica en las iglesias, en las escuelas y en el seno de la familia antes de poner en vigencia ese Código.

[b]PADRE ROGELIO[/b]

Por otro lado, el padre Hernández entiende que el párroco de Cristo Rey, el padre Rogelio Cruz, debe aceptar su traslado y aprovechar el tiempo estudiando «para luego regresar por la puerta grande».

«He querido juntarme con él, pero no he podido. Rogelio debe aceptar el traslado porque él se debe a la iglesia y si mañana es suspendido o si deja el sacerdocio, las personas que hoy andan detrás de él lo van a dejar sólo porque no tendrá la misma influencia que tiene ahora en ese sector de la población», adujo.