Padre Luis Rosario pide retirar tropas Irak

Padre Luis Rosario pide retirar tropas Irak

Tras definir a la Navidad como el momento ideal para abandonar el camino de las armas y cultivar la paz, el padre Luis Rosario, coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, solicitó al gobierno que retorne a los soldados dominicanos que están actualmente en Irak.

«Es oportuna la ocasión para pedir el retorno de los soldados dominicanos que se encuentran en Irak, así como de abandonar todo apoyo a cualquier tipo de iniciativa bélica. Somos un pueblo de paz y es la paz el mensaje más hermoso que podemos dar al mundo. Ojalá esos soldados puedan regresar a la República Dominicana antes de la celebración de las Navidades, como un gesto de paz y de rechazo a la guerra».

Dicho esto, el padre indicó que espera que la República Dominicana jamás apoye un conflicto armado. «El compromiso de nuestro país debe ser sólo con la paz», dijo antes de pedir a la ciudadanía que abandone las armas y se olvide de ellas como una forma de solucionar los problemas.

En ese instante el padre recordó que estamos en un momento especial. «La Navidad es un tiempo de paz y de renovación de los ideales más nobles de la humanidad. Jesús nació en Belén y se hizo parte de la historia humana para realizar un proyecto de reconciliación, es decir, de pacificación de los seres humanos con Dios y entre sí. Nada más absurdo, por tanto, como la armas, con las cuales se atenta contra la armonía, abrogándose el pseudoderecho de eliminar la vida».

Manifestando que la situación internacional contradice el mensaje de paz y amor de la Navidad, Rosario señaló que las guerras no tienen sentido y son el método más vergonzoso para conseguir la paz. «Hay que retornar al camino del diálogo y del buen entendimiento entre los pueblos. Este esfuerzo exige renuncia, sacrificio y abandono de la soberbia de quienes se creen más que los demás simplemente por poseer armas cada vez más sofisticadas».

Volviendo con la situación del país, Rosario expresó que a lo interno de él se debe cultivar la paz y rechazar la violencia y el uso de armas. Además que andar con armas, en lugar de engrandecer, hace más pequeños a quienes las portan. «Todo aquel que porta un arma debe estar consciente de que, más que causa de orgullo, eso es un motivo de vergüenza. Todo el que lleva un arma ha abandonado el camino de la razón y ha optado por la fuerza bruta como vía de solución a los problemas».

Por otro lado, Rosario afirmó que las armas no son sinónimo de seguridad. «No es cierto que el que anda armado está más seguro. Quien está armado pone en mayor peligro su vida, la de su familia y la de todos los que de una u otra forma entran en contacto con él. No es cierto tampoco que las armas son para defenderse; las armas son para matar».

Por esa razón exhortó a los legisladores a desestimular el uso de las armas a través de una modificación adecuada de la ley 36 y de la prohibición de la publicidad de venta de armas.

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