El sacerdote Rogelio Cruz intentaba ayer ser acogido por un obispo del país durante un año, tiempo en el que intentaría solucionar el conflicto con la Congregación Salesiana a la que pertenece y que se le permita regresar a trabajar a la parroquia del sector Cristo Rey.

Por decisión de su orden, el sacerdote Cruz debe abandonar el país el día diez, por lo que ya no reside en la casa que tenía asignada, sino en la vivienda de un amigo. Se le trasladó para España, pero el religioso no quiere dejar su labor evangelizadora en República Dominicana, por lo que declaró que está pidiendo la solidaridad de un obispo que lo reciba por lo menos un año.

En conversación telefónica con redactores de HOY, expresó que si el día que termina el plazo para su estadía en el país decide no irse, verá lo que pasa, porque comenzará el problema a ser tipificado como desobediencia.

Sin embargo, dijo que «nunca jamás se ha planteado dejar el sacerdocio. Manifestó que lo importante es que seguirá realizando su trabajo.

Reiteró que su salida del país se le planteó, al parecer, por petición de algunos sectores muy poderosos.

Señaló que está pidiendo a un obispo que lo acoja, como forma de pasar un año fuera de su casa, tal como lo contempla el derecho canónico.

Cruz indicó que si llega a otra iglesia en el país continuaría con la misma labor que hace, trabajar con la gente y evangelizar. «Ahora lo que tengo que hacer es resolver mi problema».

El sacerdote y estudiante de sociología afirmó que la gente de Cristo Rey está inquieta por la situación que él atraviesa, debido a que trabajó en ese sector durante diez años consecutivos.

Cruz dijo que también está buscando una solución dialogada con su congregación, para más adelante ver qué hacer.

[b]NO SE AYUDÓ[/b]

El sacerdote opinó que en el 2003 no hubo política en favor de la niñez y afirmó que los organismos encargados tampoco se dedicaron a él.

Sostuvo que además del programa de Muchachos con Don Bosco, que hasta hace poco dirigía, en el país funcionan otros programas encaminados a ayudar a la niñez, entre el que citó al que desarrolla la Pastoral Juvenil.

Cruz dijo que ayuda a los niños y jóvenes desde que estaba en formación en el seminario. Además de su vocación por ayudar a los ancianos, confiesa que le gustaría trabajar con los campesinos, por ser una clase usualmente pobre.