El padre Rogelio Cruz abandonará la parroquia de Cristo Rey en los próximos días. Pero no se irá del país, como le han ordenado sus superiores, por considerar que «no hay condiciones» para su partida.

«No salgo (del país) ahora», expresó el sacerdote a los periodistas. Manifestó que lo que le están planteando para que salga del país es inaceptable.

Dijo que tiene que salir de la parroquia Cristo Rey a final de mes, pero cuando se le preguntó hacia dónde expresó: «No sé, si tengo que vivir debajo del puente, vivo debajo del puente, yo no tengo ningún problema».

Denunció que es vigilado día y noche por «vulgares chivatos» que paga el gobierno exclusivamente para que lo sigan donde quiera que se mueva.

Reiteró su denuncia de que su salida del país ha sido solicitada a la Iglesia por el gobierno de Hipólito Mejía.

El sacerdote, conocido por sus manifestaciones a favor de los más pobres de su parroquia y de los otros barrios marginados, dijo que sus superiores tienen que conversar con él.

Explicó que si por su actitud deciden expulsarlo de la Iglesia, está dispuesto a asumir las consecuencias.

«No quiero que eso suceda, jamás, porque yo soy un sacerdote no porque no pueda ser otra cosa, sino por vocación», subrayó el salesiano.

Indicó que su última actividad en esa barriada será el 25 de diciembre cuando dará una cena y hará un recorrido por las calles del sector junto a jóvenes y «palomos», y «después de ahí vamos a ver que pasa con Rogelio».

El padre Cruz habló en el acto de toma de posesión de la nueva directiva del Colegio Médico Dominicano.

La primera condición que pone el sacerdote es que sus superiores conversen directamente con él, lo cual no ha sucedido.

Señaló que hasta ahora se mantiene esperando.