Padre Rosario critica falta servicios
salud para pobres

Padre Rosario critica falta servicios<br/>salud para pobres

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Luis Rosario, coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, dijo ayer que en el país no hay servicios de salud para la gente pobre, mientras un “montón” de clínicas y “cliniquitas” producen abortos “por pipá” cobrando entre RD$4,000 y RD$10,000.

Rosario sostuvo que la deficiencia de la atención médica es un problema endémico en la República Dominicana, pese a los esfuerzos que hacen las autoridades.

“Quien no tiene recursos no recibe una atención adecuada en los centros asistenciales”, expresó Rosario, al término de una eucaristía con motivo del Día Mundial del Enfermo celebrada ayer en la Catedral Primada, presidida por monseñor Amancio Escapa, vicario general de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

Cientos de personas, muchas de ellas enfermas y en avanzada edad, fueron llevadas ayer a la Catedral Primada para participar en la misa organizada por la Pastoral de la Salud.

 Finalizada la liturgia, Rosario, quien concelebró con Escapa, señaló que la triste situación del campo de la salud es similar a la de la falta de alimentos.

Aconsejó que lo recomendable es que se inviertan más recursos en  alimentación, salud y educación.

El sacerdote Rosario se pronunció en contra de los dueños de centros clínicos que hacen abortos, a quienes acusó de estarse lucrando con esa mala práctica. Manifestó que en algunas “clíniquitas”, desde hace decenas de años, el único servicio que prestan ha sido la práctica de abortos.

“Todo el mundo sabe dónde están ubicados estos centros”, añadió el religioso. Advirtió que a la gente hay que enseñarle que el aborto no puede ser, ya que hay sectores que, a su entender, empujan para que se despenalice ese delito.

“Esto sería la tragedia más grande de este país, porque significaría que no se tiene el respeto al valor de la vida”, advirtió. El sacerdote Rosario felicitó la decisión del fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, de clausurar tres clínicas acusadas de practicar abortos.

Consideró excepcional la actitud del representante del Ministerio Público, al tiempo que reconoció que el magistrado ha sido bastante celoso en cuanto a la solución de este problema.

Explicó que actuaciones como la del fiscal casi nunca se había visto en el país. El sacerdote Rosario dijo que está tan satisfecho con la medida del Ministerio Público, que hasta se está riendo “con la muela de atrás”.

Opinó que esta disposición había que haberla tomado hace mucho tiempo, ya que hubiera servido de un freno material o educativo.

Deploró que padres de familia, muchachos y muchachas crean que los males se resuelven yendo a una clínica a eliminar criaturas.

Lamentó que no exista acusación en contra de quienes practican o se someten a un aborto, entiéndase, querellas contra la mujer, el médico, la enfermera o algún familiar.

POR EL CARDENAL
De su lado, monseñor Escapa hizo una petición especial por la salud y la pronta recuperación del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien no pudo celebrar la eucaristía debido a que se restablece de la cirugía que le fue practicada para corregirle un evento coronario.

Monseñor Escapa también tuvo palabras de alientos para los cientos de enfermos que desde todas las zonas pastorales estuvieron en la Catedral.

Sostuvo que se ha dado inicio a una serie de actividades para celebrar una “jornada mundial del enfermo”.

Con la imagen enmarcada de la Virgen de Altagracia al frente, que a sus pies exhibía una frase de ruego, los enfermos escucharon el sermón de monseñor Escapa, que entre una de sus partes explicaba que ser pobre significa aquel que confía en Dios y pone su confianza en el Señor.

Relacionó el fundamento de la fe con las palabras del apóstol San Pablo: “y en eso constituye el fundamento de nuestra fe, porque Cristo ha resucitado, vuestra fe está bien fundamentada”.

Recordó la advertencia bíblica de que el dolor y el sufrimiento son consecuencias del pecado y consideró que a todos, más tarde o más temprano, les visita la enfermedad, con ambas consecuencias.

Durante la liturgia, monseñor Escapa les dio la extremaunción a las personas enfermas, un sacramento que se considera de vida y con el que se implora al Señor la salud y la fortaleza que se necesita en momentos difíciles, para no perder la fe.

Reiteró el compromiso de la Iglesia de trabajar por los necesitados, sin olvidar el mensaje del papa Benedicto XVI, para que las comunidades continúen cuidando a los enfermos en sus heridas físicas y espirituales, como buenos samaritanos.

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