POR ENRIQUE ROJAS
ESPNdeportes.com
ORLANDO, Florida — Bobby y Barry Bonds suman más de mil cuadrangulares en las Grandes Ligas, los dos Ken Griffey batearon jonrones consecutivos con Seattle en un juego en 1990 y la familia Bell (Gus, Buddy y David) tuvo tres generaciones de bateadores de 20 cuadrangulares.

Ni ellos, ni los Alou, ni los Alomar, ni ninguna otra pareja de padre e hijo que jugó en las Grandes Ligas consiguió lo que busca completar esta temporada el jovencito Prince Fielder, hijo de Cecil Fielder.

Fielder, el inicialista de los Cerveceros de Milwaukee, lidera la Liga Nacional con 17 cuadrangulares y tiene una proyección para terminar la temporada con 53.

Si Prince finalmente alcanza a superar la barrera de los 50 jonrones, se uniría a Cecil, quien despachó 51 en 1990, para formar el primer combo de padre e hijo que logra la hazaña.

Más fácil aún, ninguna pareja padre-hijo ha conseguido temporadas de al menos 40 cuadrangulares. El mayor de los Fielder tuvo una relativamente gris primera parte de su carrera en Toronto entre 1985 y 1988, pero todo cambió cuando se marchó a Japón para jugar a tiempo completo con los Tigres de Hanshin.

En Japón, el gordo Fielder pegó 38 jonrones en 1989 y se convirtió en toda una celebridad internacional.

Regresó a las Grandes Ligas con Detroit, bateando 51 jonrones en 1990 y al menos 30 por otras tres temporadas seguidas.

Prince, quien al igual que su padre luce bastante pesado (ambos superan las 260 libras en su mejor forma de juego), bateó 28 jonrones en su temporada de novato en el 2006.

El chico alcanzó los 17 jonrones en sus primeros 52 juegos y 200 turnos al bate de la actual temporada. Los Bonds son los que más cerca estuvieron de hacerlo.

Bobby tuvo su mayor cantidad de estacazos de cuatro esquinas en 1973, cuando conectó 39, mientras que Barry lo ha hecho en ocho ocasiones durante su carrera y acumulan 1,078 jonrones.