En los países consumistas, entre los que está, por supuesto, República Dominicana, la presión social es cada vez mayor,  y, evidentemente, quienes más la sufren son los adolescentes, debido a que es en esta etapa cuando el individuo está en busca de sus pares -o iguales-, de sus referentes más importantes, en plena definición de su personalidad.

Es por eso que es en ese momento cuando los padres deben estar  más atentos  a sus hijos, qué hacen, con quiénes andan, dónde van y estar dispuestos a apoyarles, a escucharles de manera empática y con una actitud solidaria y amorosa, es lo que aconseja el psicólogo Mario Minaya en esta consulta para la sección de ¡Vivir!

Este  especialista de la conducta refiere que en la adolescencia los pares o iguales   pasan a ser el referente más importante: “Es un momento clave para definir la personalidad por identificación y rebeldía”, explica.

Los adolescentes,  en su afán de ser únicos, se convierten en iguales en cuanto a la vestimenta que usan, las expresiones utilizadas, el tipo de  bailes, los  hábitos…, y la  familia,  como útero extendido,  es el blindaje adecuado. Cada ser humano prolonga las condiciones de protección que vivió en el vientre de su madre, en cuanto a seguridad, amor, temperatura, alimentación”, indica el psicólogo.

Minaya agrega que en esta etapa de la vida de  los hijos, los padres deben darles amor y también tener control de ellos, dar libertad, pero  con límites, y crearles un  ambiente sosegado,  en el que vean a una familia con propósitos, con alegría; a unos padres  con mentes abiertas, unos  padres accesibles, con espiritualidad, humildad, generosidad, compasión”.

Valor en juego. El doctor Mario Minaya dice que es fundamental saber “cuál es el valor en juego”, ya que al adolescente hay que enseñarle a  tener criterio propio,  autoestima, demostrarle y hacerle entender con propiedad a qué conlleva tal o cual  decisión  sobre sus peticiones, si existen los  recursos económicos, cuáles serían los  riesgos, por ejemplo, al darle mayor libertad o comprarles el equipo sofisticado,  debido  la  delincuencia existente.

“Es importante hacerle entender que lo básico es su  preparación  académica, que haya  una buena  comunicación, que tengan tiempo para la  recreación… donde decidamos como familia y partiendo de los hechos de nuestra realidad y del impacto que podría  tener cada actuación”.

“Lo más importante es que el adolescente aprenda a tomar decisiones inteligentes y éticas. Enseñarle a  ver las metas financieras personales y familiares, cómo manejamos los recursos con  nuestro presupuesto, si tenemos  cultura de ahorro, si vivimos con austeridad, cuáles son los anhelos más profundos de nuestro corazón”, concluye.

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A su lado en todo momento

 Minaya aconseja que los padres estén    presentes en la vida de sus hijos siempre, pero de manera respetuosa; que estén con ellos  “de  manera puntual,  como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, con ese mismo amor,  matizado en función de sus  necesidades”.

Precisa que el papel de progenitor en esta etapa de definición de la personalidad de los hijos es el de escucharles empáticamente y  servirles con amor. “Es actuar como si yo fuera el  hijo,  qué sentiría, que temor tengo, qué deseo, qué necesidad interna está reflejando tal o cual petición, como por ejemplo,   tener ese celular de última generación,  o ser reconocido, premiado  por algo”.