NUEVA YORK (AP) — Cada día que pasa aumenta el tormento de un matrimonio de inmigrantes dominicanos cuyo hijo está desaparecido en Irak, pero la pareja no pierde la ilusión de que el soldado regrese sano y salvo.   “No perdemos la esperanza de que aparezca con vida. Tenemos fe en Dios y seguimos orando por su regreso”, declaró Ramón Jiménez, padre del cabo Alex Ramón Jiménez, desaparecido el 12 de mayo junto con dos compañeros cuando el trío fue emboscado por insurgentes al sur   

La familia de Jiménez pasó momentos de angustia el miércoles al informarse que había aparecido el cadáver de uno de los soldados, pero antes de que se revelase su identidad supo que no era el de su hijo, pues las primeras informaciones indicaban que el cuerpo tenía tatuajes en una mano, y su hijo no los tiene.   Posteriormente se confirmó que se trataba del cadáver de Joseph Anzack Jr., el cual apareció flotando en el río Eufrates.   “Le pido a Dios que me siga dando fortaleza. Mi hijo está vivo y va a regresar pronto”, expresó la madre del cabo Jiménez, María del Rosario, según declaraciones que reproducen el jueves los periódicos en español neoyorquinos Hoy y El Diario-La Prensa.   La televisión local hispana también mostró reportajes sobre el drama del matrimonio.   “No nos dan noticias concretas. Lo único que sabemos es que está perdido”, se lamentó el padre.   Alex Jiménez, de 25 años, nació en Nueva York pero vivió en la localidad de Navarrete, en República Domincana, entre los 10 y los 19 años, en que regresó a Estados Unidos y se enlistó en el ejército.   “Por el lado de mi familia hay muchos militares. Desde niño quiso ser soldado. A veces se vestía con ropa militar y le gustaba ver películas de soldados”, manifestó el padre.  

La madre del soldado pidió al presidente George W. Bush “que por favor traiga a esos muchachos de regreso a sus hogares para que no continúe tanto derramamiento de sangre, especialmente entre la comunidad hispana, que somos los que hemos tenido más pérdidas”, de acuerdo con El Diario.   El soldado está casado con Yoderlyn Jiménez, a quien conoció en Navarrete.   “Nos enamoramos desde que éramos adolescentes y él salía todos los días del Liceo Pedro María Espillat a buscarme en mi colegio. Estamos tan unidos que siento con fuerza que está vivo”, afirmó la esposa a Hoy.