Hay millones de imágenes y videos asombrosos en las redes sociales con niños y lactantes manipulando celulares y otros juegos modernos, con extraordinarias habilidades que tal vez avanzaron más rápido que millones de padres.

El problema está cuando esos niños adquieren la independencia de movimientos y manipulación que los convierten en mini-adictos que prefieren que les den un celular o una “tableta” a tomar sus alimentos y lo peor es cuando con o sin el consentimiento paterno comienzan a “navegar” solos y juegan con sus padres al gato y el ratón y cuando están en la adolescencia entran en terrenos come-cerebros, con descripciones de actos de drogadicción, el crimen organizado, imágenes terroríficas, cómo se preparan, consumen y transportan las drogas, cómo se fabrica un arma de fuego casera, cómo se desmiembra un cuerpo para poderlo transportar o desaparecer, cosas que nunca imaginaron sus familiares que, con mayor edad, podrían reproducir.

Ruego a LOS PADRES NUESTROS QUE ESTAN EN LA TIERRA que no envenenen a sus niños con el horror nuestro de cada día.

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