Tal ha sido la labor evangelizadora y de servicio a los pobres realizada en República Dominicana por los Padres Paúles, que han merecido la designación de cuatro calles en Santo Domingo.
Oficialmente se tiene 1955 como el año en que los hijos de San Vicente de Paúl llegaron al país. Sin embargo, es probable que ya antes existieran el hospicio San Vicente de Paúl, en Santiago de los Caballeros, y el hospital San Vicente de Paúl de San Francisco de Macorís, fundados por Damas de la Caridad.
La información es ofrecida por el sacerdote Gregorio Marcos Alegría Armendáriz, un carismático e incansable religioso que ha hecho invaluables aportes no solo como eclesiástico sino además como educador e impulsor de obras humanitarias y sociales. Es quizá el Paulino de mayor antigüedad en estas tierras.
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Piensa, sin embargo, que hay una presencia “vicenciana” anterior a las citadas. “Alguien me comentó en los 80 que en el desván del Convento de los Dominicos había una imagen de San Vicente de Paúl, fui a buscarla y encontré la estampa del santo con dos niños, conocida como la Imagen de la Caridad, porque hay otra con un crucifijo que identifica a San Vicente de Paúl el evangelizador”.
Se dice que en ese monasterio “se manifestó por primera vez el espíritu vicenciano en República Dominicana. De ahí surgirían las obras de Santiago y San Francisco de Macorís”, enfatiza.
En 1955 el padre Fernando Barrena viajó a San Francisco de Macorís a ofrecer apoyo a las Hijas de la Caridad del hospital San Vicente de Paúl, recuerda Alegría. Desde allí viajó a la capital “y se asentó en la calle Costa Rica, del ensanche Ozama. Ahí comenzó su trabajo y su misión con otros sacerdotes Paúles”.
Con el tiempo, recibieron un solar en la calle Puerto Rico y esa fue la primera comunidad de los Padres Paúles en Santo Domingo. “Fue como el centro desde donde se expandirían por toda la zona oriental”.
Se construyeron las parroquias San José Obrero, en el ensanche Ozama; San Vicente de Paúl, en Los Minas; La Milagrosa, en “el INVI”, Los Minas; Santa Luisa de Marillac, en Los tres brazos; Santa Rosa de Lima, en San Francisco de Macorís; San Francisco de Asís, en La Nueva Barquita; hay parroquias San Vicente de Paúl en Barahona, Santiago de los Caballeros y San Francisco de Macorís.
“La presencia de los Misioneros Paúles es grande en obras de evangelización y de promoción social en hospitales, asilos, colegios, escuelas, guarderías… La congregación de la Misión, o mejor dicho, la primera rama que vino a la República Dominicana, fue lo que ahora se llama Asociación Internacional de la Caridad, fundada por San Vicente de Paúl en 1633”.
Ramas
“El espíritu de San Vicente de Paúl vive en diferentes ramas: Padres Paúles, Hijas de la Caridad, Asociación Internacional de la Caridad, Asociación de la Medalla Milagrosa, Juventud Mariana Vicentina, Sociedad San Vicente de Paúl y los Misioneros Seglares Vicentinos, integrados por hombres, mujeres y jóvenes que quieren seguir el espíritu de San Vicente de Paúl”.
En República Dominicana “los Paúles somos: 22 misioneros, 19 sacerdotes, un diácono y un obispo, monseñor Faustino Burgos Brisman”.
“Nuestra presencia es rica y nuestro compromiso es enorme, teniendo en cuenta el espíritu por el cual Vicente de Paúl nos quiere en el mundo y en la iglesia: evangelizar con palabras y obras a hombres y mujeres del mundo de hoy”.
Su lema es “El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres”.
En abril de 2025 los paúles celebrarán 400 años de fundación.
Alegría evoca la visita, en 1979, de Juan Pablo II a la escuela San Vicente de Paúl de Los Minas “como un testimonio de amor a los más necesitados”.
Vicente de Paúl nació el 24 de abril de 1581 en Dax, Francia. Estudió en la Universidad de Toulouse, pero su aspiración era ser sacerdote para dedicarse a pobres y campesinos. Creó las Conferencias de la Caridad, Congregación de la Misión, también llamada Misioneros Paúles, Lazaristas o Vicentinos y junto a Luisa de Marillac, las Hijas de la Caridad. Murió el 27 de septiembre de 1660 en París.
Las calles
La Misión de los Paúles ha merecido cuatro calles en Santo Domingo: avenida San Vicente de Paúl y calle de la Misión, en Los Minas; calle “Padres Paúles”, en el ensanche Ozama y calle “Gregorio Alegría”, en La Nueva Barquita, dedicada al emprendedor sacerdote que rescató casas y familias de ese sector.