Padres temen que sus hijos se alisten fuerzas armadas

Padres temen que sus hijos se alisten fuerzas armadas

 Nueva Jersey, EE.UU.  AP.  El primer país extranjero al que Christian Bueno Galdós viajó fue Estados Unidos, a donde se mudó cuando tenía 7 años.

 El segundo fue Irak, donde murió este mes sirviendo bajo la bandera estadounidense. 

Bueno Galdós, un sargento del ejército norteamericano oriundo de Perú, fue uno de aproximadamente 31,000 soldados nacidos en el extranjero ahora en las fuerzas armadas estadounidenses — 1,5% de las tropas — de acuerdo con el Pentágono.

Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, unos 150 inmigrantes han muerto en servicio en las fuerzas armadas. Varios de ellos, incluyendo Bueno Galdós, vivían en Nueva Jersey.

  Su padre, Carlos Bueno, dijo que la familia lo pensó mucho antes de decidir dónde enterrar a su hijo: en su Perú natal o en el país por el que sintió tanto amor que se inscribió en el ejército al terminar los estudios secundarios.

 “Su felicidad era el ejército”, dijo Carlos Bueno. “El amaba este país, sentía que era el suyo”.  El soldado de 25 años fue sepultado en Totowa, Nueva Jersey, con plenos honores militares.

 Las banderas en todo el estado estaban izadas a media hasta en su honor.  Bueno Galdós se hizo ciudadano estadounidense en el 2005 a través de su servicio militar. Cumplía su segundo período en Irak cuando fue uno de cinco soldados muertos a balazos por un compañero de armas en una clínica de atención sicológica el 11 de mayo.

  Soldados nacidos en el extranjero han servido en las fuerzas estadounidenses desde la Guerra de Independencia, de acuerdo con la teniente coronel Margaret Stock, especialista de asuntos de inmigración para el ejército y profesora de la Academia Militar de West Point. 

“Somos una nación de inmigrantes, así que ¨por qué no permitir que inmigrantes sirvan en las fuerzas armadas?”, dijo Stock. “De hecho, hemos ganado guerras mayormente por las contribuciones de los soldados inmigrantes”.  Los inmigrantes legales tienen derecho a integrarse a las fuerzas armadas, pero no pueden realizar tareas que requieren ciudadanía estadounidense, como inteligencia, dijo Stock.

 Tienen además derecho a un acelerado proceso de naturalización tras servir durante unos pocos meses, pero deben servir honorablemente por al menos cinco años para mantener elegibilidad. Los inmigrantes ilegales no son aceptados en las fuerzas armadas, pero pueden ser reclutados si hay conscripción obligatoria.  Stock dijo que muchos miembros de las fuerzas armadas rechazan críticas de que permitir que los inmigrantes sirvan en el ejército da una idea negativa de la voluntad de los estadounidenses nativos de enlistarse, o alienta a extranjeros a buscar un atajo para la ciudadanía.  “Pienso que sería maravilloso si los estadounidenses comenzasen a aprender árabe o pashto desde los 3 años de edad, pero no parece que existe ningún esfuerzo para enseñar nada”.

La cifra

150

Inmigrantes muertos.  Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, unos 150 inmigrantes han muerto en servicio en las fuerzas armadas. Varios de ellos, incluyendo Bueno Galdós, vivían en Nueva Jersey, Estados Unidos

Sin recompensa

Los inmigrantes no siempre han sido recompensados por su servicio militar. Veteranos filipinos que ayudaron a Estados Unidos a combatir a Japón durante la II Guerra Mundial aún están batallando por ser compensados de la misma forma que los estadounidenses.

 Recientemente, recibieron 198 millones de dólares en compensación como parte del paquete de estímulo económico firmado por el presidente Barack Obama en febrero.  David Santos, portavoz del Servicio de Inmigración, dijo que los inmigrantes son honrados por su servicio en la actualidad. En el Día de Homenaje a los Veteranos de Guerra, se celebró una ceremonia de naturalización para 125 inmigrantes que sirven con las tropas estadounidenses en Afganistán.  “Las libertades que disfrutamos se deben a los sacrificios que ellos hacen en defensa de nuestro país”, dijo Santos.

 “Ellos se merecen lo mejor”.   Las fuerzas armadas están ampliando sus esfuerzos para reclutar a inmigrantes altamente calificados, especialmente aquellos con conocimientos lingüísticos útiles, dijo Stock.   “Ellos sirven codo a codo con sus camaradas estadounidenses, y son tan valiosos como ellos”, dijo.

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