POR CARMEN MATOS
A pesar de que los niños son cada vez más “astutos” y que la publicidad de los  fabricantes de juguetes atenta contra la costumbre, una gran cantidad de padres batalla para mantener en sus hogares la tradición del Día de Reyes Magos, que se celebra cada 6 de enero.

Poner agua, hierva, galletas, mentas y cigarrilos “para que los reyes dejen juegos a los que se portaron bien” son de las costumbres que se están quedando rezagadas, mientras  se hace más común  la tendencia  de que los padres asistan a las tiendas con sus hijos para sean ellos quienes  escojan los regalos que les gustan.

Esto se debe, entre otros factores, a la distancia que guardan muchas familias de la iglesia, “por lo que pierden el verdadero sentido de la fiesta”.

  Así lo afirmó  ayer la señora Yoly Pérez quien resaltó que la llegada de los reyes Melchor, Gaspar y Baltazar al pesebre del niño Jesús, es una de las pocas tradiciones contempladas en las Sagradas Escrituras.

Tras destacar que se desplazó a “escondidas” hasta una juguetería de esa capital, insistió que “es bueno que los pequeños vivan esa fantasía”.

En ese sentido se expresó también Bianca Matos quien calificó a la celebración como “parte de la ilusión de ser niño”.

La historia de los  Reyes Magos está contenida en el libro de Mateo capítulo 2 de la Santa Biblia y establece que llegaron al pesebre guiados por la estrella del Oriente y llevando oro, incienso y mirra para el recién nacido.

La también llamada fiesta de la Epifanía del Señor se celebra en Puerto Rico, México, España, Venezuela, Argentina, Chile y Colombia, entre otros países.

 A todo esto, miles de padres que abarrotaron ayer las jugueterías junto a sus hijos atribuyeron la pérdida de la costumbre a  razones económicas, de tiempo y a la influencia de otras culturas.

“Muchas familias están adoptando el modelo de Estados Unidos donde se entregan  regalos el 25 de diciembre”, aseguró Nurys Cruz.

Por otro lado, Enriquillo Mañón explicó que cada año negocia junto a sus dos hijas los regalos de Reyes, ya que  ellas acostumbran a marcarlos directamente de los periódicos.

Agregó que decidió  llevar a sus hijas de 9 y 10 años de edad a la tienda hace varios años, ante el temor de comprar algo que no les gustara.

En las principales tiendas de juguetes de esta ciudad era común ver a los niños correteando de un lado al otro y señalando a sus padres las cosas que quieren. Muchos se ponían de inmediato a jugar en los pasillos, ya que las tiendas ofrecen esas facilidades.

Al ser cuestionados, algunos de los niños tenían bien clara “la lista” que pidieron, compuesta mayormente por juegos de tipo electrónico.

Ese el caso del niño Joan Féliz, de 9 años de edad y de  la niña Saoris García que a sus escasos 5 años  pidió a los reyes una laptop o computadora portátil, con el tema de la popular  muñeca Barbie.