Ubi Rivas propuso, días atrás, que el José Armando Bermúdez al que apodamos Popy asuma el padrinazgo del Parque Nacional que lleva el nombre de su abuelo paterno. El nombre de esa reserva es el nombre de pila de Popy. A nadie mejor que a él encontrará la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales. El Dr. Jaime David Fernández Mirabal puede tener en Popy un colaborador con apego a la Naturaleza por inclinación ancestral. Mi amigo Ubi hace consideraciones particulares sobre la denominación.

Hemos de recordar que esta reserva boscosa recibió el apelativo y fue delimitada en épocas de Rafael L. Trujillo. El Jefe era escasamente generoso en esto de resaltar nombres de otros. Reconocido y proverbial megalómano, se distinguió al concentrar todo homenaje en su persona. Lo que hoy conocemos como Pico Duarte dentro del sistema montañoso Central, verbigracia, se llamó en sus tiempos Pico Trujillo. Admitió que dentro de la geografía física o política del país hubiera nombres distintos al suyo. Fueron, más que nada, los accidentes geográficos u obras tradicionales.

También propuso bautizar obras que realizó con nombres de parientes a quienes consentía.  Para que terceros fuesen honrados tenían que existir poderosas razones. Un caso típico es el de la avenida George Washington.

Por los días del primer tercio del decenio de 1930 en que amplió y construyó la vía existente, procuraba no alejarse de Washington. No de George por supuesto, sino del poder asentado en la capital estadounidense.

 Y este es el caso del área que ocupan los parques naturales José Armando Bermúdez o José del Carmen Ramírez creados en 1956.

Tradiciones campesinas por los alrededores de Villa González apuntaban hacia el nombre de José Armando como al de un hombre cuidadoso de los bosques. Aún para cortar un pino asumía previsiones para restaurar el bosque afectado por la tala. De haber vivido hoy habría sido señalado como conservacionista. Por ello, y porque de muy pocos dominicanos de las generaciones que lo antecedían podía decirse lo mismo, Trujillo aceptó que a esa reserva boscosa se la llamase José Armando Bermúdez.

Nada de extraño, por consiguiente, tendría que Jaime David acepte la sugerencia que hace Ubi. Bajo el timón de Popy, y esto puede abonarse a esa propuesta de padrinazgo, se ha restablecido una zona boscosa en el Mogote de Villa Trina. Es cierto que este bosque rodea antenas de una planta televisora del empresario y su familia. Ello, en vez de catalogarse como pecado, debe apreciarse como muestra de una instintiva propensión ecologista de Popy. ¡Quién sabe qué innovaciones introduciría en las zonas de amortiguamiento del parque nacional que lleva el nombre de su antepasado!