POR LLENNIS JIMÉNEZ
Los miles de conductores de vehículos acusados por agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) de violar la Ley 241, sobre Tránsito, en esta capital, tuvieron que pagarle al Estado dominicano ocho millones de pesos en multas el año pasado, según cifras oficiales del Tribunal Especial Tránsito del Distrito Nacional.

Al fisco ingresan diariamente miles de pesos por concepto del cobro de multas por infracción a la norma de tránsito y transporte vehicular, tipificadas por los numerosos manejos temerarios que cometen conductores de vehículos públicos y privados.

La coordinadora de los fiscalizadores del Tribunal del Distrito Nacional y de la Casa del Conductor, magistrada Bertha Byas, al ofrecer la información, indicó que la Fiscalía tiene el control absoluto del cobro de las multas por infracciones a la Ley de Tránsito.

Explicó que el Tribunal de Tránsito está enlazado con la Procuraduría General de la República, mediante la automatización del su sistema.

Señaló que el monto comprende las multas pagadas en la Casa del Conductor.

Al término de la jornada del tribunal, un personal de la Fiscalía deposita el dinero en la cuenta de “cien” de República Dominicana.

La magistrada indicó que le interesa que se borre la idea que tienen muchos conductores, de que los agentes de AMET les colocan contravenciones porque deben presentar a su institución una determinada cantidad de multas.

Los archivos del tribunal están automatizados, lo que significa que a cada conductor que se le impone una contravención, se le asigna un sitio en la red, en el cual se le contabilizan las contravenciones que han sido aplicadas al año.

Los comprobantes de pagos que les entregan también son computarizados.

Byas señaló que con la implementación del nuevo sistema de la AMET, que eliminó la práctica de retención de la licencia, el tribunal se enlazó con todas las instituciones que tienen que ver con la situación legal de la persona considerada infractora de la Ley de Tránsito.

“Ahora tenemos un sistema similar al que usan los bancos, en el que se trabajará con un tipo de máquina por orden de llegada y la persona se registrará por un ticket”, precisó.

CLASIFICAN SANCIÓN

El juez del Tribunal de Tránsito celebra audiencias diariamente para conocer las infracciones graves que se comenten a la Ley 24, como son violar la luz roja del semáforo, manejar sin cinturón de seguridad, ni placa; llevar niños en el asiento delantero, no tener la revista y conversar por el celular mientras se está frente al volante.

Mientras que los pagos voluntarios que -por estar mal estacionado, obstruir el tránsito y carecer de rótulo- hacen quienes se consideren culpables de estos cuasi delitos, son depositados en la ventanilla de la estafeta del banco que funciona en el juzgado. Estas multas rondan entre los RD$25 y RD$50.

Byas afirma que el ministerio público concede criterio de oportunidad y le exonera el pago al conductor que entiende que amerita el perdón.

Aclaró que el conductor que manifiesta su interés de acudir por ante el juez para que se le ventile su caso por entender que sus derechos les fueron lesionados, tiene derecho,  con lo que renuncia a pasar por la ventanilla de pago directo.

LIBERTAD DE ASOCIACIÓN

Conductores de carros del transporte público se quejan de que al Tribunal de Tránsito no son enviados los conductores que violan la ley en vehículos de lujos. La magistrada Byas negó que discriminen a los conductores y señaló que cobran las multas en las ocasiones en que el agente de AMET establece que es por la ausencia de rótulo, en cumplimiento a lo dispuesto por un decreto.

Indicó que la exigencia de la señalización de los vehículos del transporte público tiene el propósito de garantizar una ficha para la seguridad de los usuarios que los aborden.

Deploró, asimismo, la manera inadecuada como ciertos sindicatos manejan lo relativo a los permisos para operar las rutas y el elevado cobro que le hacen a sus afiliados.

A MANO PELADA

Arañando aquí y allá, la magistrada Byas ha podido equipar la oficina y el salón donde se pagan las multas por tránsito.

La abogada, que goza de la confianza del fiscal José Manuel Hernández Peguero, perdió las uñas en la faena por acondicionar el espacio, donde ya no se respira el hedor a sudor de los choferes.

A Byas, quien prefiere litigar en materia de Tránsito, en vez de realizar labor administrativa, ya no se le confunde su perfume con el mal olor que se propagaba en los pasillos cada vez que se congregaban cientos de choferes desde las 6:00 de la mañana intentando pagar multas. Consiguió abanicos, sistema computarizado y fotocopiador.

 La supervisión impide que se formen las filas con alrededor de mil conductores por turno, para lo que fue reforzada la seguridad dentro del salón. Los choferes se multiplican como por ante de magia y varios empleados de la Fiscalía agilizan el proceso de cobro.