Pagan dos millones de dólares a hombre que pasó 43 años en prisión

Pagan dos millones de dólares a hombre que pasó 43 años en prisión

Clifford Williams. Fuente externa.

Miami. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una ley que permitirá el pago de 2 millones de dólares a Clifford Williams, un reo de raza negra exonerado en 2019 tras pasar 43 años en una prisión de Florida, cuatro de ellos en el corredor de la muerte.

 Williams, de 76 años, y su sobrino Hubert “Nathan” Myers, de 61 años, fueron acusados del asesinato de una mujer cometido en 1976, pero sus condenas fueron anuladas cuatro décadas después por un juez de la ciudad de Jacksonville (noreste de Florida).

 Ambos fueron exonerados y dejados en libertad el año pasado después de que la Fiscalía reconoció que había cometido un error y que no eran los culpables del asesinato de Jeanette Williams, quien fue asesinada en 1976 cuando se encontraba durmiendo con su novia, Nina Marshall, que sobrevivió al tiroteo y pudo huir.

 Posteriormente, Marshall identificó a los dos hombres como los autores materiales del asesinato, pero el tío y su sobrino siempre mantuvieron que se encontraban en una fiesta de cumpleaños en un edificio próximo cuando se produjo el asesinato, una coartada que fue respaldada por la gente que estaba en la celebración.

 Un jurado sin embargo los condenó pese a la evidencia que contradecía los reportes policiales.   

Según la organización Innocence Project, Marshall dijo a los investigadores que pudo haber identificado erróneamente a los hombres porque estaba drogada.

 Myers, entonces de 18 años, fue sentenciado a cadena perpetua, mientras que Williams fue sentenciado a la pena de muerte, pero el caso entró en una fase de revisión debido a las inconsistencias.

 Myers también recibió este año dos millones de dólares del estado de Florida en compensación, pero Williams tuvo que esperar a que el Legislativo de Florida aprobara una ley para tal fin, debido a que tenía una condena previa por otro delito.

 Durante la investigación del asesinato, no se encontró ninguna prueba física que vinculara los disparos efectuados con el tío y sobrino, pero el testimonio de Marshall, fue suficiente para declararles culpables.