Pagando sobreprecio por políticos

Pagando sobreprecio por políticos

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Al Presidente Fernández y al PLD la realidad le ha dado de frente en éstas elecciones, como su política no ha sido repartir con equidad el presupuesto a nivel nacional, debido a que se han caracterizado por reducir la inversión en sectores claves como salud, educación y la juventud, para concentrar los recursos en obras de relumbrón en determinados sitios, como el caso del metro, a la gente se le hace difícil, muy difícil, votar por el oficialismo, para que logren mayoría congresional y una decente presencia municipal.

Lo anterior a pesar de los 9 mil millones de pesos votados en una publicidad directa que a nadie interesa, de las compras de dirigentes reformistas y perredeístas que nunca han dirigido tropas y por quienes el oficialismo sobrepagó. 

Amigo lector pregúntese, qué motivo pueden tener los residentes en Pedernales, Barahona, San Juan de la Maguana, Elias Piña, Azua en el Sur, Salcedo, San Francisco de Macorís, María Trinidad Sánchez, Puerto Plata, Mao, Montecristy en el norte, La Romana, Hato Mayor, El Seybo en el Este, sólo para citar algunos lugares, para votar por el Presidente Leonel Fernández, el PLD y sus candidatos? No tienen ningún motivo, porque durante el gobierno 1996-2000, y en casi dos años que ahora llevan en el poder, poco ó nada han invertido en las diferentes comunidades del país nivel. Como el Presidente Fernández y el PLD nunca han creído en la distribución equitativa del presupuesto, las consecuencias las sentirán con un voto de rechazo de la población, a pesar de las malas artes empleadas para comprar los votos que les hacen falta.

Precisamente porque están conscientes es que se han dedicado a comprar voluntades a nivel nacional, y como quieren mayoría en el Congreso Nacional y en los municipios del país sin merecerlo, haciendo un uso abusivo de los impuestos pagados por los contribuyentes, pagan cualquier precio a dirigentes de la oposición que dicen tener influencia, algunos con historia conocida de sacar beneficios personales en cada elecciones, y otros disgustados porque perdieron en sus propios partidos ó porque fueron desplazados por la Alianza. El gobierno y el PLD esperan que las compras produzcan dividendos, las han hecho bajo la creencia equivocada de que esos dirigentes, que el pueblo califica como “tránsfuga”, aúnque en verdad algunos merecen otro calificativo porque han sido fugitivos politicos desde hace muchos años, en los bolsillos se llevan votos que dijeron representar. Pero tan pronto como mañana 16 de mayo se darán cuenta de que, además de malgastar el dinero de los contribuyentes en objetivos que no están contemplados en el presupuesto de gastos del 2006, tampoco lograron sus propósitos politicos, los votos prometidos aparecerán.

Lo malo del proceder del Presidente Fernández es que con ello daña a los demás, su ejemplo ha sido muy negativo para la juventud, su enseñanza ha dejado un mensaje equivocado, de que no importan los medios que se usen lo importante son los objetivos aúnque sean egoístas. Su voracidad, que llegó  a la temeridad, que no respetó límites, aúnque no le resultará rentable políticamente hablando, ha servido para dividir las familias dominicanas, si fuéramos a hacer una categorización, así como lo acostumbraba el PLD, ahora se pudiera decir que después de las elecciones la sociedad se podría dividir, por un lado, entre familias que no apoyaron el uso abusivo del poder, de los recursos del Estado, el avasallamiento, el mal uso de los impuestos del contribuyente, y los peledeistas de la prepotencia, los que lamentablemente estarían en el otro extremo, que sólo ven conveniencia política y ventajas económicas de muy corto plazo.

En lugar de contribuir con el fortalecimiento del decaído sistema democrático que tenemos, responsabilidad de todos los jefes de Estado, el Presidente Fernández hizo lo contrario, lo debilitó aún más, con claridad se vió su propósito de arruinar el sistema de partidos ó de partidos de los politicos como en Francia se le llamó originalmente en el último tercio del siglo XVI. No tuvo confianza en sus propios dirigentes regionales, postuló a extraños y a tránsfugas como dice el pueblo, dirigió personalmente la campaña, pretendiendo repetir lo que pasó en el 2004, desconociendo que aquello fue una simple coyuntura política, que se dió como resultado de situaciones financieras y económicas puntuales, y que no es cierto que la historia se repite. No llevó un mensaje de concordia, de amor, de realizaciones, y no lo hizo porque gobierna mal, no pudo engañar al pueblo repitiendo que ha creado puestos de trabajo, porque ha sido lo contrario, se han perdido más de cuarenta mil empleos en casi dos años que tiene en el poder, además de haber permitido que los dominicanos en todos los rincones del país perdieran el sueño de seguridad ciudadana que disfrutaban. Eso lo cobra el votante.

El pueblo sabía, cuando pasaba la caravana del Presidente Fernández y del PLD, que ahí iban los culpables del caos que tenemos en el sector eléctrico, los responsables de los apagones, de que se esté pagando veintiseis centavos de dólar por kilowatts/hora, de que de los impuestos en pesos que se pagan se desembolsen seiscientos millones de dólares al año para subsidiar no más de 15 horas de energía eléctrica producida al día, de que en San Pedro de Macorís haya una planta eléctrica (Cogentrix) que apagada le cuesta al pueblo seis millones de dólares mensuales. El pueblo tiene computados esos datos, los tiene frescos en su memoria, sabe que el Presidente Fernández y el PLD son los únicos responsables de ese desastre, que fueron los privatizadores de la energía eléctrica en el 1999. Con ese lastre no se puede,  y es tan pesado, que ni siquiera la maquinaria mediática que controla el gobierno lo ha podido manejar, a pesar de los intentos no ha podido atribuírselo a otro. El pueblo aprendió a distinguir la verdad de la mentira, a pesar de que ha tenido pocas informaciones para tomar su decisión con total independencia, porque la verdad debe ser dicha, no han sido pocos los intelectuales y profesionales de diversas ramas que han rehuído a su responsabilidad social de denuncia del engaño mediático, y mayor ha sido la pena porque esos mismos profesionales por abajo refieren las mentiras del gobierno, aúnque hay que decirlo, se reconoce que se han mantenido al márgen del presupuesto de derroche gubernamental.

Lo importante es que se sabe quién es quién, es por eso que he preferido mantenerme entre los que, con independencia de criterio, hacen sus propios cálculos, entre los que analizan en completa libertad el acontecer económico nacional, entre los que prefieren interpretar la economía desde una óptica diferente, para cumplir con la responsabilidad profesional de denunciar los engaños y destacar lo que sea destacable. Como no me he dejado llevar de estadísticas hechas evidentemente con propósitos políticos, soy de los que entienden que lamentablemente estamos en presencia de un gobierno carente de iniciativas, que ha preferido no equivocarse con decisiones propias, lo que es muy lamentable, para apoyarse en el FMI para todo lo que tiene que ver con las políticas monetaria y fiscal, y en Chávez y Venezuela, para la política petrolera. Ahora se agrega la falta de moderación, de compostura, de decencia, en el manejo de los recursos del Estado, cuando de por medio hay objetivos politicos. Una combinación explosiva, que también cumplo con el deber social de denunciarlo.

Los dominicanos hemos atravesado por todas, dictaduras de las más crueles, golpes de Estado, presidentes de la República en ejercicio que los han matado y que se ha matado, robos de los recursos del pueblo, y lo último que estamos viendo son las compras de conciencia tratando de ganar votos, todo combinado con una propaganda al estilo Hitleriano que busca abobar y que recuerda los mejores momentos de Heinrich Himmler en la Alemania del treinta y cuarenta del siglo XX. Llegó el momento de reflexionar, de no dejarse engañar por los que, con el uso de una erudición sino obsoleta por lo menos superada por una realidad que demanda soluciones y no de discursos vacíos, pretenden seguir fabulando para dominar el poder a su antojo. Hay que decirle a la juventud dominicana, que la honestidad paga, que los objetivos son importantes pero que no se persiguen ni se logran a cualquier precio. Hay que luchar por ellos, pero usando buenas artes. Que así duran.

Para que el amigo lector no se deje engañar, le digo que el Presidente Fernández y el PLD quieren controlar el Congreso Nacional, no para aumentar el presupuesto de educación, de salud, para poner en marcha la ley de seguridad social, lo quieren para penalizar al pueblo con más impuestos, para aumentar de 15 a 25 por ciento la carga tributaria como porcentaje del PIB, para elevar los ingresos tributarios de ciento veinte mil millones de pesos a doscientos mil millones de pesos, porque se comprometieron con el FMI a crear más impuestos ó aumentar los existentes, para generar recursos destinados a financiar el déficit cuasi fiscal del Banco Central y para reducir el balance de la deuda de esa Entidad. Quieren el Congreso Nacional para aprobar nuevos endeudamientos, porque no se conformaron con el Acuerdo de Caracas, por medio del cual se aumentó la deuda exterior de los dominicanos en US$220 millones en el 2005, también ejecutan Petrocaribe sin la aprobación congresional, y quieren su aprobación pura y simple  porque no pueden explicar el destino dado a US$300 millones de deuda acumulada de septiembre del 2005 a marzo del 2006. Es decir, que no pueden explicar porqué se prefirió endeudar al país, en los últimos diez y ocho meses, en US$520 millones, un impresionante ritmo mensual de endeudamiento petrolero de US$43 millones, en lugar de una política para reducir el consumo de combustibles. Por eso es que quieren controlar el Congreso Nacional.

Si no lo estaba, el amigo lector ahora debe estar consciente de porqué el Presidente Fernández y el PLD quieren más senadores y diputados, la razón por la que se han excedido en extremo con el uso de los recursos públicos, con grandes cheques y dinero en efectivo para comprar dirigentes y profesionales. El comentario, entre los que en el pasado conocieron al profesional Dr. Leonel Fernández, hoy dicen no conocerlo, que les resulta difícil definirlo, y que para hacerlo con propiedad tendrían que ubicarse en diferentes épocas, antes y después de las elecciones, y que lamentablemente su evolución no ha sido para presentarlo como modelo a la juventud dominicana.

Como en una ocasión dijo el Presidente Balaguer, la suerte está echada. Mañana martes 16 de mayo el elector tendrá la última palabra, deberá escoger entre un PLD que con malas artes pretende controlar todos los poderes públicos, sólo para elevar los impuestos, seguir endeudando al país y reducir aún más el nivel de vida de los dominicanos, y por el otro lado, el PRD y el PRSC que representan el equilibrio democrático, una alianza que se opone a nuevos impuestos. Estoy seguro de que el pueblo no se equivocará.

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