Pagar o morir

 

Pagar o morir<P> </P>

Todavía no hay recurso técnico, por ningún precio, que pueda devolver la vida a un ser humano. La reanimación cardio-pulmonar, mecanismo conocido desde el siglo pasado y descrito por históricos maestros de la medicina, solo es posible antes de que la terminación de las funciones vitales básicas (respiración, latidos cardíacos y actividad cerebral) haya dañado en forma irreversible los centros de control en el encéfalo.  Toda la riqueza técnico-científica del universo no ha podido revivir a nadie. Por eso la vida y la salud son invaluables y la gente paga lo que le pidan o trata de buscarlo, para vivir o mantenerse en salud.

De lo anterior se deriva el grave peligro de que los servicios de salud caigan en manos de algunos comerciantes inescrupulosos que medran en el sector privado, pues la vida y la salud serían ideales para convertirse en elementos de especulación y chantaje si son enfocados simplemente como un negocio.   

Por eso nuestra permanente oposición a que los servicios de salud sean exclusivamente privados; por eso alertamos siempre ante los propósitos de poner los hospitales públicos y del Seguro Social en manos y mentes mercantilistas  que sólo desean plus valía. No es como los casos de la refinería de petróleo y la electricidad, donde probablemente los negociantes que  las adquieran especularían con el combustible y la energía eléctrica; es algo peor, pues se trata de salud y vida para la gran mayoría del pueblo dominicano y el cuadro aterrador implicaría  dejar a cientos de miles, tal vez millones,  sin atención, porque no tendrían dinero para cubrir sus gastos hospitalarios, resumiéndose el drama en la frase: “pagar o morir”.

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