El ciudadano Tomiyoshi Kurogoushi suspira al ver las terrazas de arrozales en las montañas del centro de Japón que fueron cuidadas por su familia durante generaciones. Actualmente están cubiertas en su mayoría por malezas y pasto plateado.

La superficie de tierra que Kurogoushi todavía cultiva en Yabu, prefectura Hyogo, se ha encogido a poco más que una pequeña parcela alrededor de su casa, donde con su esposa, Yoko, cultiva patatas, repollos y zanahorias para alimentarse ellos y su madre. En lugar de sembrar arroz, este hombre de 66 años trabaja como gerente general de un centro de esquí.

“La tierra de cultivo se deteriora a medida que aquí la gente envejece”, dijo Kurogoushi, cuyas dos hijas se casaron y se fueron a vivir a otra parte. “Aunque tengamos la tierra para cultivar, no podemos seguir haciéndolo. Los arrozales deben ser cultivados o se arruinarán”.

En todo Japón se repite la misma historia. La superficie de tierra arable casi se ha duplicado en los últimos 20 años en tanto la población envejece y los adultos jóvenes que crecieron en zonas rurales como Yabu se trasladan a las grandes ciudades para conseguir trabajo. Esta comunidad aletargada pasó a ser centro de la atención nacional cuando en marzo la administración del primer ministro Shinzo Abe la eligió como banco de pruebas para la reactivación de las provincias en proceso de deterioro en el país.

Junto con otras cinco zonas, Yabu, 600 kilómetros al oeste de Tokío, fue designada como zona especial estratégica, con la promesa de aliviar las regulaciones en áreas como la agricultura, la medicina y la mano de obra. La idea es crear programas de desarrollo como parte de la cruzada de Abe destinada a sacar al país de dos décadas de abatimiento económico.

Incógnita. Si bien la mayoría de las otras zonas son centros regionales famosos de industria, agricultura y turismo, Yabu es una incógnita, una zona semi-montañosa poco conocida con un pasado variado que abarca la producción de seda, la minería de estaño y el cultivo del arroz.

“Esta es la última posibilidad de reactivar la agricultura”, dijo Sakae Hirose, alcalde de Yabu. “Dentro de tres a cinco años, los viejos productores dejarán sus arados, la tierra quedará sin cultivar y Yabu caerá en el ocaso. Debemos crear un entorno en el que puedan ingresar nuevos participantes”.

Como la mayoría de las ciudades provinciales de Japón, las fuerzas gemelas de la emigración y una tasa de natalidad en baja han vaciado la comunidad. En 2060, el Gobierno estima que cuatro de cada 10 habitantes de Japón serán mayores de 65 años, en comparación con un cuarto en la actualidad. En Yabu, ya alcanza un tercio, según el censo de 2010.

La elección de Yabu como zona especial se realizó gracias a la determinación de Hirose y su equipo de reestructurar las prácticas agrícolas con el fin de revertir esa caída, dijo Heizo Takenaka, miembro del consejo de Gobierno para las zonas y profesor en la Universidad Keio. Los planes del alcalde podrían incluir asumir la facultad sobre las ventas de tierra que tiene actualmente el comité agrícola local manejado por productores.

“Estamos muy impresionados con el entusiasmo y la pasión de Yabu con las reformas”, dijo Takenaka en un seminario en Tokio en abril. “La zona especial probablemente no tendrá éxito sin esta determinación”. La categoría municipal de Yabu fue elevada en 2004, cuando se fusionó con una serie de ciudades situadas sobre los valles montañosos del Río Maruyama.

Cápsulas

Europa

Google cambia nombre por fallo tribunal europeo

“Googléalo” es sinónimo de buscar información. Ahora Google Inc. batalla con una nueva norma: “Ocúltalo”. La compañía del motor de búsqueda más grande del mundo está tratando de ver cómo aplicar el fallo de un tribunal de la Unión Europea que establece que los ciudadanos tienen derecho a ser olvidados, por así decirlo, cuando las búsquedas en Internet arrojan resultados que son “inadecuados, irrelevantes, ya no vigentes o excesivos”. La empresa recibió críticas de todas partes por su respuesta.

Brasil

Pasa de la humillación fútbol a la estanflación

Hace apenas un mes, cuando los corredores de apuestas todavía apostaban fuerte por Brasil y ni el más rencoroso de los compatriotas podría haber vaticinado la derrota de la selección nacional en las semifinales de la Copa del Mundo, una sombra de duda ya se había instalado en las calles de Brasil. La economía que creció 7,5 por ciento en 2010 podría hacer que los brasileños parezcan veloces este año. La estanflación que ha vuelto en América Latina, mientras la presidente Dilma Rousseff, espera que otros países tomen la iniciativa en el comercio.

First quantum prevén escasez de oferta del cobre

La empresa First Quantum Minerals Ltd. acordó el mes pasado la compra de un proyecto cuprífero argentino. Busca más transacciones en momentos en que estima que habrá una escasez de oferta del metal para el fin de la década.

“El cobre sigue siendo nuestra materia prima favorita a largo plazo”, dijo Clive Newall, presidente de la compañía de Vancouver.

“La limitación de la oferta se va a empezar a sentir más avanzada la década y el equilibrio oferta-demanda se va a revertir en algún momento de un futuro no muy lejano”, apuntó

First Quantum completó el año pasado su mayor transacción al adquirir Inmet Mining Corp. para sumarla a Cobre Panamá. La compañía planea invertir US$6.430 millones en el proyecto para producir 320.000 toneladas de cobre por año en 2018 y convertirse en el quinto mayor proveedor del metal. El mes pasado acordó la compra de Lumina Copper Corp. por US$430 millones para controlar el yacimiento Taca Taca en Argentina.

El valor de las transacciones mineras cupríferas casi se ha quintuplicado este año respecto de igual período del año pasado y ha alcanzado los US$7.100 millones, según datos que recopiló Bloomberg. A la cabeza está la venta por parte de Glencore Plc en US$5.850 millones del yacimiento de cobre Las Bambas a un grupo liderado por China Minmetals Corp. en abril.

Newall estima que aumentará el interés por las adquisiciones de cobre en un contexto de escasez debido a la falta de proyectos, al elevado costo de desarrollarlos y a la declinación de los grados. La mayor parte de las minas nuevas tiene alrededor de 0,5 por ciento de grado de metal en el mineral, mientras que el nivel promedio del total de las minas es de menos de 1 por ciento, dijo ayer en la entrevista.

“Veo que crece el entusiasmo para adquirir proyectos de cobre principalmente por la declinación de los grados del cobre y también por la falta de oferta adicional”, dijo Newall.

First Quantum busca proyectos que le permitan retornar a los accionistas un valor de un promedio superior al 30 por ciento, algo que ha hecho desde que empezó a cotizar en bolsa en 2000, dijo Newall.

“Si eso puede lograrse por medio de más adquisiciones, entonces sin duda estamos interesados, pero de ningún modo vamos a hacer adquisiciones sólo para tener mayores dimensiones”, dijo Newall. “Seguimos buscando oportunidades, pero la barra ya está muy alta. Tienen que ser los mejores proyectos”.

First Quantum, la mayor productora de cobre de Zambia, planea iniciar la producción en su proyecto Sentinel para fin de este año para producir 300.000 toneladas del metal. La compañía, que tiene extensos antecedentes en construcción de minas, busca activos que no estén en producción y se encuentren en la etapa de desarrollo.