Página de Bloomberg. Detractores de la Fed perdieron un billón de dólares en retornos

Página de Bloomberg. Detractores de la Fed perdieron un billón de dólares en retornos

Si usted coincidió con todos los académicos, multimillonarios y políticos que denunciaron la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) desde la crisis financiera, perdió US$1 billón en retornos sobre la inversión derivados de comprar y mantener bonos del Tesoro estadounidense.

Es la cifra que han ganado los bonos públicos para los inversores desde fines de 2008, cuando la Fed bajó las tasas de interés casi hasta cero y se embarcó en la primera de tres rondas de compras de deuda para resucitar una economía paralizada por la peor recesión desde la Gran Depresión.

La resiliencia de los bonos del Tesoro estadounidense representa un reproche al coro de escépticos que van desde John Taylor de la Universidad Stanford hasta el administrador de fondos de cobertura Paul Singer y el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, John Boehner, quienes predijeron que el estímulo sin precedente de la Fed llevaría a una inflación rampante y condenaría al mercado de bonos.

También indica que los inversores ven pocos indicios de que la expansión de cinco años vaya a producir el tipo de presiones sobre los precios que obligarían a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, a alinearse con los funcionarios del banco concentrados en el peligro de la inflación (‘hawks’) a la hora de considerar cuándo elevar las tasas.

“Los defensores de la política monetaria laxa (‘doves’) conservan la ventaja”, dijo el 4 de septiembre en una entrevista telefónica desde Nueva York Scott Minerd, que tiene a su cargo US$210.000 millones como director de inversiones en Guggenheim Partners LLC.

“Existe un prejuicio en el mercado de que las tasas de interés deben estar más altas. Pero no se basa en un análisis sólido. Apostar en contra del consenso a los bonos del Tesoro ha sido una estrategia ganadora”.

Minerd está comprando bonos del Tesoro estadounidense con vencimiento a 10 años o más, que normalmente se valorizan cuando las expectativas inflacionarias se debilitan.

Riesgo inflacionario. Desde fines de 2008, los bonos del Tesoro estadounidense que devengan intereses con el vencimiento que fuere rindieron 14,6 por ciento, muestran datos de índices recopilados por Bank of America Merrill Lynch. Esto equivale a US$1 billón de aumentos de precios e intereses provenientes de los títulos durante ese lapso.

Solamente este año, los bonos estadounidenses con vencimientos más prolongados se recuperaron 14,2 por ciento, superando el retorno de 10,2 por ciento correspondiente al Índice de acciones estadounidenses de Standard Poor’s. Prácticamente triplicaron la ganancia del oro, que algunos inversores compran para preservar el patrimonio cuando prevén que los costos en alza erosionarán el valor del dólar.

Si bien las medidas más agresivas de la Fed en sus 100 años de historia contribuyeron a restablecer la economía más grande del mundo y redujeron la desocupación desde su pico máximo de 10 por ciento, el estímulo todavía no ha generado las presiones sobre los precios que algunos vienen presagiando desde que el banco inició la flexibilización cuantitativa en 2008.

El 15 de noviembre de 2010, después de que el entonces presidente de la Fed, Ben S. Bernanke, anunció una segunda ronda de compra de bonos en lo que pasó a ser conocido como QE2, un grupo de economistas, inversores y estrategas políticos publicó una carta dirigida a él diciendo que creaba el “riesgo de una depreciación de la moneda y de inflación” y hacía poco por favorecer el crecimiento de empleos.

Cartas abiertas. Taylor, de Stanford, ex funcionario del Departamento del Tesoro famoso por su fórmula correspondiente a la tasa de interés conocida como Regla Taylor, y Singer, que dirige el fondo de cobertura con sede en Nueva York Elliott Management Corp., figuraban entre los 23 signatarios.

También firmaban Niall Ferguson, el historiador de la Universidad de Harvard y autor de “The Ascent of Money: A Financial History of the World”; Seth Klarman, que dirige el fondo de cobertura Baupost Group LLC con sede en Boston y escribió el prefacio a la sexta edición de “Security Analysis”.

También el libro seminal de Benjamin Graham publicado en 1934 sobre la inversión en valor; el economista Dough Holtz-Eakin, ex responsable de la Oficina Parlamentaria del Presupuesto; y Jim Chanos, fundador de la firma de venta corta Kynikos Associates LP, que saltó a la fama apostando contra Enron Corp.

Ventaja de separatistas en Escocia pone en peligro la libra

David Goodman y Candice Zachariahs

La libra esterlina cayó, en tanto las encuestas de opinión pusieron en evidencia el riesgo de que Escocia vote por la independencia la semana próxima, fragmentando posiblemente la unión del Reino Unido después de 307 años.

La moneda británica cayó hasta su nivel más bajo frente al dólar desde noviembre después de que un sondeo de YouGov demostró que la campaña por la independencia escocesa obtuvo una ventaja por primera vez este año, en tanto la votación se avecina el 18 de septiembre.

Esto amplió la mayor caída de la semana pasada en 14 meses. Un voto por el “sí” elevaría la perspectiva de un enfoque más cauto por parte de Banco de Inglaterra, que este mes mantuvo su tasa de interés clave en un mínimo récord dado que la debilidad persistente de la inflación y el crecimiento salarial reforzaron el argumento a favor de mantener el estímulo de emergencia.

“Esto garantiza que aunque Escocia vote por el “no” la semana próxima el problema no desaparecerá”, dijo Sam Tuck, estratega cambiario sénior de ANZ Bank New Zealand en Auckcland.

“La libra se vio presionada ya que los mercados consideran que hay una escasa planificación creíble para la eventualidad de un “voto sí”, en tanto se espera que una gran cantidad de cuestiones no resueltas frenen la inversión empresarial y mantengan a Banco de Inglaterra al margen si Escocia vota ‘Sí’”.

La libra cayó 0,7 por ciento hasta US$1,6212 a las 8:31 horas en Tokio, y tocó US$1,6165, el nivel más bajo desde el 26 de noviembre. Cayó 1,6 por ciento en los cinco días previos al 5 de septiembre, la mayor caída semanal desde julio de 2013. La libra esterlina cayó 0,7 por ciento hasta 0,7988 por euro. El dólar se mantuvo sin modificaciones en US$1,2951 por euro y subió 0,1% hasta 105,18 yenes.

Luego de meses de sondeos según los cuales era poco probable que Escocia votara a favor de abandonar el Reino Unido, los resultados más recientes han urgido al mercado cambiario a actuar. La volatilidad implícita a un mes, una medición de las futuras oscilaciones de precios utilizada para determinar el costo de las opciones, avanzó 23 por ciento, el nivel más alto desde 2008, después de la publicación de la encuesta anterior el 2 de septiembre.

“El referéndum está sobre el filo de la navaja”, dijo Nick Stamenkovic, estratega de renta fija en la agencia bursátil RIA Capital Markets Ltd. con sede en Edimburgo.

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