Página de Bloomberg. Prostitutas venezolanas ganan más vendiendo dólares que sexo

Página de Bloomberg. Prostitutas venezolanas ganan más vendiendo dólares que sexo

Por Anatoly Kurmanaev

La llegada de un barco de bandera liberiana con marineros ucranianos, árabes y filipinos significa una sola cosa para Elena: dólares. Y los billetes de dólar son soberanos en Venezuela, dice la prostituta de 32 años.

A horas de conocer la llegada inminente del barco, ya tiene hechas las maletas y se encamina a la deteriorada ciudad de Puerto Cabello. Es un viaje de 450 kilómetros (280 millas) desde su casa en el Estado occidental de Zulia que Elena realiza cada vez con más frecuencia, ahora que la economía de Venezuela se contrae, el bolívar cae y los precios aumentan.

Las prostitutas incrementan sus ganancias más del doble trabajando en sus ratos libres como operadoras cambiarias en Puerto Cabello.

Son la ventanilla de cambio para los marinos en un país donde comprar y vender dólares en las calles es un delito –y la prostitución no. Los billetes de dólar en el mercado negro valen 11 veces más que al tipo de cambio oficial en tanto los dólares se vuelven más escasos en una economía que importa 70 por ciento de los productos que consume.

“El dólar es rey en este momento, pero conseguirlos tiene un costo”, dijo Elena, que usa un alias para proteger su identidad, en una habitación que alquila en un prostíbulo de Puerto Cabello.

“Sí, conseguimos dólares para pagar las cosas que necesitan nuestras familias, pero para eso debemos vender nuestros cuerpos”.

Los beneficios del intercambio se acumulan en la habitación de Elena en el burdel Casa Azul –bolsas de arroz, harina, azúcar y aceite de cocina- productos que otros venezolanos obtienen haciendo cola durante horas a los precios regulados en los comercios, si es que los obtienen.

Mercado negro. El bolívar se devaluó de 23 hasta 71 por dólar en el mercado negro desde que el presidente Nicolás Maduro sucedió a su mentor Hugo Chávez en abril de 2013.

El Gobierno restringió las entregas de divisas para frenar la salida de reservas en moneda extranjera, que se hallan cerca de un mínimo en un decenio. El tipo de cambio oficial, reservado para las importaciones de alimentos y medicamentos, es de 6,3 bolívares por dólar.

La escasez de dólares está convirtiendo a Venezuela en una sociedad de dos niveles similar a la Unión Soviética y a Cuba, dijo Steve Hanke, profesor de economía aplicada en la Johns Hopkins University de Baltimore.

Quienes tienen acceso a los dólares, como las prostitutas, los agentes de viajes, los taxistas de aeropuerto y los expatriados pueden protegerse de la inflación cambiando sus billetes a tipos de cambio cada vez más altos. Los que no, ven deteriorarse su nivel de vida.

En un país donde la prostitución es legal, Maduro ha llamado “perverso” al mercado negro en dólares, diciendo que fue concebido por la burguesía para destruir al Gobierno socialista.

Los funcionarios han intentado encarcelar a operadores, cerrar las agencias de corretaje y establecer cuatro sistemas cambiarios paralelos para frenar el avance del tipo de cambio no oficial en los 11 años transcurridos desde que Chávez comenzó a controlar el precio del bolívar.

La prostitución ha pasado a ser el único sector en auge en el puerto más grande de Venezuela. El prostíbulo Casa Azul está limpio y bien cuidado, con un patio y una cocina donde las mujeres hacen tres comidas al día. Afuera, las plazas y las calles adoquinadas del centro colonial están en ruinas, en tanto un olor a aguas residuales impregna las pilas de basura.

Hijo multimillonario pasa de limpiar pisos a jefe

Por Scott Soshnick

Los Arison dieron un paseo por River Walk antes del partido amistoso de la National Basket Association (NBA) de 1996 en San Antonio, donde Micky, multimillonario propietario de los Miami Heat, se convenció de que su hijo tenía la pasión necesaria para manejar el equipo.

Nick Arison, que en ese momento tenía 14 años, salió corriendo sin dar explicaciones, desapareció durante una hora después de detectar al novato Kevin Garnett en un barco que avanzaba por el agua.

“No podíamos encontrarlo”, dijo Micky Arison, de regreso en San Antonio, donde los Spurs y Heat se dividieron los dos partidos inaugurales de las finales de la NBA. “Quería un autógrafo de Kevin Garnett”.

Nick Arison, el máximo responsable ejecutivo de los Heat que se negó a hacer declaraciones para esta nota, ha pasado la mayor parte de sus 32 años persiguiendo autógrafos en el baloncesto –primero en afiches y trozos de papel y ahora en contratos por cientos de millones de dólares, incluido el que ayudó a incorporar a LeBron James, cuatro veces Jugador Más Valioso.

Cuando los mandamases de Heat, incluido el presidente del equipo Pat Riley, fueron a convencer a James, solamente un integrante del contingente recibió un abrazo del jugador independiente más codiciado en la historia de la liga.

El hijo, definido como “muy inteligente y muy aplicado” por el excomisionado de la NBA David Stern, siempre fue más apasionado por el baloncesto que por los barcos, el otro elemento básico de la familia Arison. El padre de Micky, Ted, convirtió un único barco usado en Carnival Corp., la compañía de cruceros más grande del mundo. Micky Arison es su presidente.

El baloncesto, casualmente, desempeñó un papel muy importante en el hecho de que Nick terminara en la Universidad Duke, que era solo una de las opciones que tenía en mente. Su visita, según Micky Arison, coincidió con el partido contra North Carolina. “Se dio así”, dijo Micky Arison.

Solo que Nick Arison no estaba contento mirando los partidos con sus compañeros Cameron Crazies, como se llama a los habitantes de la sección estudiantil en Duke. Pasó cuatro temporadas como auxiliar del equipo con el entrenador ya en el salón de la fama Mike Krzyzewski que, según el exjugador Shane Battier de los Blue Devils, imprime a su programa el mismo detalle y la misma disciplina que aprendió en West Point.

Cuando Jerry Colangelo le pidió a Kryzewski que entrenara la selección nacional estadounidense también contrató al personal del entrenador, incluido el hijo del multimillonario que nunca se quejó de tener que realizar las tareas más ínfimas. “Me impresionaba lo humilde que era”, dijo Colangelo, presidente de USA Basketball. “Nadie lo habría señalado en una apuesta como alguien privilegiado. Era emprendedor, generoso”.

El comisionado de la NBA, Adam Silver, que conoce a Nick Arison desde niño, recuerda cuando llegó a las 2:00 de la madrugada al hotel donde se alojaba el equipo estadounidense durante el Campeonato Mundial 2006 en Japón. Encontró a Arison doblando la ropa lavada del equipo.

El padre va acostumbrándose a ser eclipsado por el hijo.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas