País bajo tierra

País bajo tierra

POR  DOMINGO ABRÉU COLLADO
¿Qué ocurre con las cuevas de Yuma?

En junio pasado estuvimos en la zona de Boca de Yuma, explorando las cuevas que rodean ese pueblo y sobre las que escribimos dos artículos para esta sección. Exploramos unas diez cavidades, todas de gran interés para la espeleología, la arqueología, la rupestrología, ¿y porqué no? para el turismo también.

En Boca de Yuma está “en veremos” un proyecto turístico denominado “Complejo Turístico Playa Verde del Caribe”, propiedad de unos inversionistas italianos que están interesados en incorporar las cuevas a la oferta turística de su proyecto.

El proyecto, hasta donde sabemos, no cuenta todavía con la aprobación de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. Pero ya dicho proyecto está modificando cuevas para su uso al más agresivo e intolerable estilo italiano.

Una de las cavidades que estuvimos explorando se encuentra prácticamente en el jardín de una de las casas construidas por el proyecto. La cueva había sido “acondicionada” para su visitación construyéndosele unos escalones en piedra, corredores y hasta una “mesa para sacrificio”, o por lo menos eso es lo que parece.

La cueva fue una pequeña cavidad natural cuyo “acondicionamiento” implicó cavar y remover rocas en varias direcciones para ampliarla.

En un informe sobre nuestra exploración sugerimos a dichos inversionistas que no podían tomarse esas libertades con las cuevas, aunque fueran suyos los terrenos, porque las cuevas siguen siendo propiedad del Estado, además de estar protegidas legalmente como sitios de interés científico.

En esta semana nos llegó la información de que una de las cuevas en las que estuvimos, conocida como “Ojito Azul” por la presencia de agua en su interior, había sido modificada por los mismos italianos.

El biólogo y entomólogo Kelvin Guerrero nos dio la información mientras expresaba su mayor descontento por la forma en que se está manejando dicho proyecto en relación con las áreas naturales cercanas: el Parque Nacional del Este, y por las cuevas en sí.

Aunque no hemos vuelto a la cueva, vimos algunas fotos enviadas por Kelvin Guerrero, en la que pueden verse apreciables modificaciones en el entorno de la cueva, lo que significa que el proyecto “Complejo Turístico Playa Verde del Caribe” desoyó nuestras sugerencias de mantenerse respetuosos de la integridad de las cuevas, aunque éstas estuvieran dentro de su propiedad y aunque fueran a ser mostradas turísticamente.

Les sugerimos incluso tomar en cuenta las grandes dolinas localizadas al norte de Boca de Yuma, puesto que éstas muestran gran belleza, están a cielo abierto, no necesitan gran inversión para su exhibición y muestran además la actividad humana (agrícola) actual en su interior, que es un atractivo turístico de primer orden.

Por otro lado. Los petroglifos que se encuentran en la cueva “Ojito Azul”, o “Cueva de Juan Juanico”, como también parece llamarse, resultan muy particulares para esa zona, tanto por sus dimensiones como por lo que representan, pues aún siendo la Cueva de Berna (cercana a esta otra cueva) la de mayor importancia, tanto por la información arqueológica que ha suministrado como por sus características rupestres, no presenta petroglifos de las dimensiones y particularidades ofrecidas por los de “Ojito Azul”.

Si el proyecto italiano ha causado daños a esta cueva tendrá que actuarse legalmente contra los propietarios del proyecto, de eso no cabe la menor duda. Porque si la ley no actúa a tiempo y con la severidad que se requiere, se estará estableciendo un precedente que hará mucho daño al patrimonio rupestre y espeleológico de Boca de Yuma y de todo el país.

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