El país debería tener 300 mil unidades de sangre para suplir a los 9,445,281 millones de habitantes, pero el año pasado a penas se recaudaron 104 mil, de las que  18,072 fueron donantes voluntarios que acudieron por propia cuenta a los bancos de sangre de la red pública.

Esto representa un gran problema para el país, debido al vía crucis que viven las personas cuando necesitan una pinta de sangre por un problema de gravedad o una cirugía.

Al respecto, el director de los bancos de sangre de Salud Pública, doctor Sócrates Sosa, hematólogo, cree que la actual dispersión que tiene la sangre y sus derivados se va a resolver con la concentración en por lo menos tres grandes centros que la procesen y suplan a todo el país.