País debe acoplar políticas
comerciales para consolidar TLC

País debe acoplar políticas <BR>comerciales para consolidar TLC

POR CLAUDIO CABRERA
El énfasis  del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la necesidad de supervisar rigurosamente al sistema bancario es una de las condiciones que se imponen en lo adelante para que los países puedan acceder a un proceso de acoplamiento bilateral de sus mercados mediante los tratado de libre comercio.

Por tanto, considerar el acercamiento de dos o más economías geográficamente ercanas o no dentro de una región, al margen de establecer una relación paritaria entre los sistemas de supervisión que exigen las normas contables como parte de las políticas en el sector financiero, no puede conducir a vínculos estables dentro del marco de los nuevos acuerdos de libre comercio que se están formulando y aplicando entre los países.

Las anteriores son expresiones del doctor Viterbo De los Santos, economista que representa a República Dominicana ante el Fondo Monetario y quien en distintas ocasiones ha viajado al país para acompañar a la misión que usualmente viene a discutir con las autoridades la postura del gobierno ante un nuevo Acuerdo Stand By.

Al analizar el futuro de las relaciones entre los países de América Latina y el Caribe que, como República Dominicana, acaban de formalizar un Tratado de Libre Comercio (TLC) como el que fue signado junto a los países de Centroamérica, el representante dominicano ante el FMI sostiene que este «implica un paso trascendental de compromisos por parte de las autoridades dominicanas con respecto al futuro comercial de la nación con otros socios».

También estima que eso expone al mundo la determinación de dejar atrás las ataduras con modelos económicos que no nos permitían adherirnos a un proceso de apertura y modernización que se ha emprendido para cambiar muchas prácticas económicas y de procedimientos financieros superados en gran parte del mundo avanzado.

Resaltó que en todos los países que han decidido estrechar sus economías, todos los procesos productivos y de servicios se colocan bajo el escrutinio de nuevos estándares a los que el país no estaba acostumbrado y que seguramente causarán ciertos impactos por tratarse de una economía que, como la nuestra, mantenía un desenvolvimiento muy alejado de la aplicación de normas internacionales.

El economista y consultor económico sostuvo que por tal razón los tratados de libre comercio tienen una connotación tan amplia en cuanto se refiere a lo abarcante de sus alcances, puesto que implican negociaciones bilaterales que implican no sólo materia comercial, sino además servicios que deben ofrecerse en calidad similar a los que otorgan las empresas de países con economías mucho más avanzadas.

Resaltó que para el país, la concreción del TLC con los Estados Unidos constituirá una opción viable solamente si los sectores empresariales y público logran ponerse de acuerdo para aprovechar ventajas comparativas que ya el país posee, pero que debe apuntalarlas con miras a que su producción de bienes y servicios pueda acreditarse debidamente ante los competidores y clientes de manera sostenible en el tiempo.

En ese sentido sostuvo que uno de los sectores en que el país cuenta con amplias ventajas lo es el agropecuario, en el que el país mantiene amplias experiencias acumuladas, pero que deben ser reforzadas mediante un proceso que permita la modernización en un área donde concurren muchos competidores regionales, entre los que la República Dominicana mantiene múltiples ventajas competitivas.

¿PODEMOS COMPETIR ASÍ?

El economista De los Santos sostuvo que a pesar de los efectos que ha tenido la crisis económica que el país empezó a sentir desde mediados del 2003 con el surgimiento de la crisis bancaria, y ya antes con el choque externo que venía experimentando la economía, el país no ha perdido sus posibilidades de competir.

«Antes al contrario -sostuvo-, creo que se abren grandes oportunidades, puesto que ahora con los cambios que van a propiciar las reformas, así como con las mejoras que se espera tenga el país dentro de los próximos dos años, estamos seguros que se podrán aprovechar ventajas sectoriales de las que el país dispone y que por efectos de esta crisis precisamente no se han podido estimar en toda su extensión».

Refirió que en cierto modo algunos sectores productivos tienen que sentirse atemorizados en vista de que el TLC fue propiciado en monmentos en que el país gozaba de una gran estabilidad macroeconómica, la cual se ha perdido, pero una vez recuperada, la situación será ya otra.

Aún con toda esta situación, hay reportes en todos los organismos multilaterales, incluso dentro del propio FMI de que tan pronto esta situación sea superada, la República Dominicana podrá colocarse de nuevo dentro del concierto de países que cuentan con una economía saneada y sin obstáculos para alzancar logros económicos ostensibles.

Pero la conquista de nuevos mercados, como lo es el caso de los Estados Unidos, cuestión que constituye un gran reto, implica cambios que nos ayudarán a sanear el cuerpo económico para hacernos invulnerables prácticas y procedimientos que los países deben ya superar a fin de que puedan lograr amplias metas de crecimiento y desarrollo en sus sectores más aventajados.

En el caso del mercado estadounidense, citó, se trata de un mercado en el que de por sí los empresarios dominicanos ya tienen bastante domininio, pero que deben extender su presencia.

«No nos cabe la menor duda de que en los sectores agrícola y pecuario, así como otros que han emergido y se robuestecen día a día, van a nacer verdaderos líderes que imprimirán una mayor dinámica a la conciencia del empresariado nacional, tal como está sucediendo en otros países», sostuvo.

Refirió que si en algo las autoridades han contribuído con este cambio del estado mental ha sido dándo apoyo al campo, tratando de introducir nuevas tecnologías y mejoras en las prácticas de comercio de gerencia avanazada y que eran sólo de dominio de unos pocos en nuestro país.

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