Pasadas las elecciones de mayo próximo, el Gobierno que encabece el candidato ganador tendrá que acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un programa que ayude a la consolidación fiscal, y contribuya a resolver algunos de los retos aún pendientes de ser abordados.

Sin embargo, esa determinación tendrá que contar con la disposición crítica ejercida por el propio país. Y ojalá que esa sea la última vez que se tenga que hacer, porque significaría que habremos adquirido la autodisciplina necesaria y la habilidad de adelantarnos en la creación de soluciones antes de que los problemas se agudicen, advirtió el economista Eduardo García Michel, durante su ponencia Perspectivas Económicas de la República Dominicana, en un encuentro organizado por la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM).

García Michel estimó que los próximos años del nuevo Gobierno tendrán que ser de transformaciones profundas y necesarias, y que la actitud no debería ser resistirlas por inercia, sino ayudar a que lleven la dirección correcta. En todo caso, las reformas deberían encaminarnos hacia una economía más competitiva. Ese tendría que ser el objetivo de las mismas, para que tengan legitimidad y plena razón de ser.

Consideró que el país cuenta con una economía con gran potencial para el crecimiento sano, sin embargo está montada en la expansión dinámica del sector exportador de bienes y servicios.

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Construcción

En cuanto al sector de la construcción al que ADOCEM suple, el economista García Michel, señaló que éste ha mostrado una fuerte capacidad de recuperación luego de períodos de crisis, pero al mismo tiempo es un sector muy sensible al estado de las expectativas generales sobre el entorno económico. Explicó que a ese sector le favorece sobre todo, que haya tasas de interés más bajas.