Hoy 
POR FIOR GIL
La República Dominicana participa por primera vez en la Novena Cumbre de la Unión Africana, organización supranacional del ámbito africano dedicada a incrementar la integración económica y política y a reforzar la cooperación entre sus estados miembros, informó ayer la cancillería
La UA nació en marzo de 2001, fecha en que se firmó el pacto de Sirte en la ciudad homónima de Libia, reemplazando a la Organización para la Unidad Africana.
La cancillería dominicana, informó que el país está representado en la cumbre por el embajador en la India, Hans Dannenberg Castellanos como enviado especial en Africa, en calidad de Observador en este importante evento regional africano. La participación en este foro nos permite estrechar las relaciones bilaterales con los Países Africanos, y darnos a conocer con aquellos países con los cuales no tenemos Relaciones Diplomáticas formales, con el fin de consolidar nuestros lazos históricos y culturales con esa región y ejercer nuestra política de No Alineados y apegados a los principios de Cooperación Sur-Sur entre los pueblos hermanos, explica la cancillería.
Al mismo tiempo señala que esta participación también nos permite dar a conocer, motivar y hacer contactos estratégicos entre los países africanos, con el propósito de consolidar nuestra candidatura para el Asiento No Permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante la próxima Asamblea Nacional en noviembre de este año.
La República Dominicana compite contra Costa Rica para este codiciado puesto, país que ya ha tenido la oportunidad de ser parte del Consejo en dos ocasiones. La República Dominicana es miembro Fundadora de la Carta de las Naciones Unidas firmada en San Francisco en el año 1945, y nunca ha tenido la oportunidad de ser parte del Consejo de Seguridad de dicha institución.
La Unión Africana es la heredera de varios intentos de unir políticamente al continente, idea que fue concretizada por algunos jefes de estado y de gobierno en la declaración de Sirte, el 9 de septiembre de 1999. A dicha declaración siguieron una serie de cumbres en Lomé (2000).
