Por MARIO MÉNDEZ
El aumento de los precios internacionales del petróleo podría implicar una erogación adicional para la economía dominicana por concepto de la factura petrolera ascendente a alrededor de 1,000 millones de dólares, según cálculos conservadores. Si el precio promedio del barril de petróleo registrara durante el presente año un nivel de 70 dólares, la factura petrolera se elevaría a US$3,500 millones de dólares.

El año pasado la factura petrolera fue de alrededor de US$2,500 millones. Estos cálculos se obtienen en base al supuesto de que las importaciones del país se mantuvieran en 50 millones de barriles al año.

Ayer el “ligh sweet crude” cerró en Nueva York en US$72.17 el barril, y el Brent del Mar del Norte alcanzó en Londres el nivel de US$74.00.

La escalada alcista del precio del petróleo en los mercados internacionales ha sido impulsada por los temores causados por la crisis en torno al programa nuclear de Irán y por el anuncia de un descenso de las reservas de gasolina de los Estados Unidos.

Ayer el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad ofreció una declaración que podría constituir en un factor adicional de presión sobre el mercado petrolero.

Declaró el miércoles que los precios del petróleo —actualmente a niveles récord— aún estaban por debajo de su valor real.

“El precio global del petróleo no ha alcanzado todavía su valor real. Los productos derivados del petróleo se venden a precios mucho más altos que los que cobran los países productores”, dijo Ahmadinejad según la radio estatal.

Expertos entienden que por el momento el precio del petróleo se dirige a los US$75 el barril, pero que en el peor de los casos podría subir hasta a los US$150.

Se cree que en estos momentos el alza del petróleo constituye la principal amenaza para la economía dominicana, no sólo por su impacto en la balanza de pagos, sino también por su impacto fiscal y en el sector eléctrico.

El petróleo es la fuente principal de energía de la República Dominicana, y es importado en su totalidad.

Con los niveles actuales de importación/consumo, se estima que por cada $10 de aumento en el precio del barril de crudo, el costo energético adicional para la economía local es de unos US$500 millones.

Los precios altos del petróleo tienden a ser una carga para la economía, reducen el gasto de los consumidores, elevan los costos para las empresas e incrementan los riesgos de inflación.

Los riesgos de inflación no sólo tienen un origen interno, sino también externo, dado los niveles de apertura de la economía dominicana.

En los mercados internacionales se han vuelto a sentir los temores a un resurgimiento de la inflación, como lo evidencia la gran demanda de oro, como resultado de lo cual los precios de este metal también se han disparado.

Petróleo se coloca sobre US$72

NUEVA YORK, (AFP) .- El petróleo terminó en alza de 82 centavos a 72,17 dólares el barril este miércoles en Nueva York, luego de haber batido un nuevo récord histórico durante la sesión, en 72,40 dólares, impulsado por temores de escasez en Estados Unidos y riesgo de escalada en la crisis iraní.

En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de “light sweet crude” para entrega en mayo cerró a 72,17 dólares luego de alcanzar durante la jornada los 72,40 dólares, su nivel más alto desde que comenzó a cotizar en 1983.

En Londres, los precios del Brent del mar del Norte, que ya opera para entrega en junio, se disparó a 74,00 dólares, otro récord. La nueva disparada comenzó inmediatamente después del anuncio de un descenso generalizado de las reservas petroleras la semana pasada en Estados Unidos, principal consumidor de energía.

El DoE anunció un descenso de 800.000 barriles en las reservas de crudo a 345,2 millones de barriles (Mb) en la semana finalizada el 14 de abril. Los analistas esperaban en promedio un aumento de 2,3 millones de barriles. Las reservas de gasolina cayeron en 5,4 millones de barriles a 202,5 millones de barriles, cuando el consenso de los analistas era de un descenso de solamente 2,2 millones de barriles.

Las reservas de gasolina son particularmente escrutadas por el mercado porque los analistas temen una escasez de ese combustible en Estados Unidos este verano, luego de la entrada en vigencia de nuevas normas ambientales.

“Aunque las reservas de petróleo continúan siendo sólidas, toda reducción de las reservas estadounidenses significa que se deberá importar más petróleo del exterior, incluido Medio Oriente”, subrayó Bart Melek, analista BMO Nesbitt Burns.

“Dado que existe un riesgo inminente de crisis a causa de las ambiciones nucleares iraníes (esas cifras) dan una razón adicional para mantener los precios de la energía a niveles muy altos”, agregó.