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SAN JOSE (AFP).- La XIV Cumbre Iberoamericana concluyó este sábado con un llamado a la comunidad internacional a respaldar la construcción de la paz y la democracia en Haití, la nación más pobre de América, mediante un diálogo político que propicie elecciones libres en 2005. Los jefes de Estado suscribieron un «Comunicado especial sobre Haití» en el que se comprometen a contribuir a la rehabilitación económica y social y la reconciliación política en ese país, según la Declaración de San José.
El comunicado confirma la disposición de los 21 países participantes de colaborar con la superación de los problemas de seguridad y violencia que aún persisten en Haití, país que no integra formalmente la comunidad iberoamericana.
Los jefes de Estado también ofrecieron su aporte para la construcción de las bases para el desarrollo de Haití, y el establecimiento de un diálogo político inclusivo que permita su normalización institucional y conduzca a la realización de elecciones libres en 2005.
El comunicado exhorta a la comunidad internacional a apoyar el cumplimiento de los mandatos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), liderada por Brasil, y la labor del representante especial del secretario general de la ONU en el país caribeño, Juan Gabriel Valdés.
La Minustah es la encargada de asegurar la transición política de Haití hasta la celebración de elecciones democráticas en el segundo semestre de 2005.
En su pronunciamiento, los gobernantes también piden que se concreten pronto los ofrecimientos hechos en la Conferencia Internacional de Donantes realizada en Washington.
La Cumbre Iberoamericana solicita que los países y organismos donantes «amplíen» sus contribuciones con miras a la promoción del desarrollo económico y social de Haití, especialmente en la formación de recursos humanos e infraestructura.
Los presidentes y representantes de gobierno de los 21 países que participan en la cumbre recibieron este sábado en audiencia al primer ministro de Haití, Gerard Latortue, quien les dio detalles sobre la situación de su país.
«Estoy comprometido con el diálogo nacional (…) no hay otra salida», aseguro Latortue, quien añadió que se debe llamar a todas las fuerzas políticas a esas conversaciones para poder convocar a comicios en 2005.
La situación política de Haití se ha visto agitada por numerosos partidarios armados del presidente depuesto Jean Bertrand Aristide, quienes protagonizan reiterados actos de violencia sobre la población y la fuerza pública.
Por su parte, las autoridades haitianas y adversarios de Aristide, quien se encuentra exiliado en Sudáfrica, apuestan a que la calma vuelva al país mediante el apoyo de la Minustah, que ha desplegado 6.000 efectivos multinacionales en el país caribeño.
