BRUSELAS Y PARÍS. Bruselas dará hoy su señal más clara de que se está alejando de una respuesta a la crisis basada en la austeridad, permitiendo que tres de las cinco economías más grandes de la Unión Europea disparen el límite de déficit presupuestario del bloque y en cambio presionen por una reforma más amplia.

En su veredicto anual sobre los presupuestos nacionales de los 27 miembros de la Unión Europea (EU), Francia, España y los Países Bajos les será dada una exención sobre el 3% anual de límite de déficit.

Bruselas también liberará a Italia del intenso monitoreo fiscal a pesar de la decisión de su primer ministro de reversar una serie de incrementos fiscales impuestos por su predecesor.

La Comisión Europea creará estas disposiciones sobre la condición de que los gobiernos nacionales se ocuparán de las estancadas reformas del mercado laboral. Bruselas cree que la demora en su implementación ha contribuido con la crisis de desempleo de la región.

“Hay límites para lo que puede ser logrado con la austeridad”, dijo Maarten Verway, un alto economista de la Comisión Europea.

Los oficiales de la Comisión insisten en que ellos no están abandonando la “disciplina fiscal” conjuntamente, denotando que incluso Francia y España, que recibirán extensiones de dos años para sus plazos deficitarios, tendrán que tomar medidas estrictas para poner bajo control los presupuestos.

Bruselas también se espera que critique varios gobiernos por su lento ritmo de reforma y demandará acción inmediata de aquellos que esta cree que están en riesgo de un prolongado estancamiento económico.

Estos incluyen a Francia, donde los altos funcionarios en Bruselas y Berlín creen que el tiempo está terminando para suficientes reformas económicas y laborales.

Francois Hollande, presidente francés, buscaba mostrar que él estuvo haciendo una prioridad del desempleo en Francia y el resto de la U.E., diciendo en una reunión de ministros laborales y financieros de Europa, la cual tuvo lugar en París, que tenían que actuar de manera “urgente” para ayudar a los 6 millones de jóvenes desempleados de la región.

Mariano Rajoy, primer ministro español, hizo el llamado a la U.E. para cambiar sus procedimientos de déficit de forma que los países ya no sean penalizados por gastar dinero en luchar con el desempleo en la juventud.

Los oficiales alemanes, sin embargo, están manteniendo un ojo cerrado sobre las recomendaciones ofrecidas por Olli Rehn, jefe económico de París de la U.E. Algunos oficiales creen que la agenda de reforma de Rehn para París puede ser de más alcance de lo que Hollande será capaz de aceptar.

Hollande está enfrentando una presión similar en casa. Christian Noyer, gobernador del Banco de Francia, dijo que el gobierno tendría que disponerse para las reformas laborales y de pensión, advirtiendo que París no puede depender sólo de los incrementados impuestos y que debe reducir el gasto.