La mayoría de los países del Caribe tiene una seria dificultad de crecimiento económico y en los que tienen crecimiento, no se resuelven los problemas de empleo, persiste la desigualdad y la pobreza y no se respetan plenamente las reglas del juego para todos los inversionistas.

Si a esa realidad se agrega el alto endeudamiento y la escasa diversificación de la economía en países isleños y pequeños, la realidad de la región es crítica, coincidieron en afirmar  los señores Andrea Gallina, especialista senior en desarrollo social para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, y McDonald Benjamin, representante residente del Banco Mundial en el país.

“En algunos casos hay problemas fundamentales de creación de empleos, diversificación de la economía, de nivelar también las reglas del juego. Hay países que sufren situaciones de monopolios muy fuertes en sectores claves”, apuntó Gallina.

En otros países se trata de mejorar la calidad del crecimiento. “En este país, por ejemplo,  tenemos un crecimiento muy sostenido desde hace varios años que no se ha transformado en una reducción significativa de la pobreza y en una disminución significativa de las desigualdades, que son los temas por los cuales lucha el Banco Mundial”, manifestó Gallina.

Gallina y Benjamin están al frente de la organización de la primera sesión del Foro de Crecimiento del Caribe, que se realiza hoy aquí. Consiste en un diálogo regional para encontrar respuestas a estos desafíos y compartir experiencias capaces de provocar cambios. En el Foro participarán unos 150 delegados de 15 países del Caribe.